Recaudación

Los radares fijos de la DGT ponen más multas en Pontevedra que en Madrid

Las casi 60.000 sanciones impuestas en 2016 sitúan a la provincia entre las más gravosas para los infractores ►Automovilistas Europeos Asociados sostiene que los sensores "se convierten en un instrumento de recaudación"
Radar fijo instalado en la autovía do Salnés
photo_camera Radar fijo instalado en la autovía do Salnés

La provincia de Pontevedra es, un año más, una de las más vigiladas a través de los radares fijos de la Dirección General de Tráfico. Así lo demuestra un reciente estudio elaborado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA), que desvela que los conductores que circulan por las carreteras Rías Baixas pagan más multas que los que lo hacen por la Comunidad de Madrid.

El presidente de AEA, Mario Arnaldo, declaró a este periódico que "Pontevedra está claramente por encima de la media", con una cifra de 5.968 multas por radar. Las cámaras fijas de la DGT acumularon casi 60.000 sanciones en 2016, lo que supone más de 1.000 a la semana y 163 al día. Estos datos encajan a la perfección con el análisis expuesto en estas líneas el sábado, en el que se daba cuenta de que Galicia era la tercera Comunidad Autónoma de España en cuanto a recaudación a través de las multas de tráfico. "Estos datos de Pontevedra no se justifican ni por el volumen de tráfico ni por el parque de automóviles", explica Arnaldo, que añade que "hay que tener en cuenta que casi el 70 por ciento de los radares están ubicados en las autopistas y en las autovías, cuando la mayor parte de los accidentes mortales se producen, como es sabido, en carreteras convencionales", señala el portavoz de AEA.

RECAUDACIÓN. Un elemento que no puede quedar al margen del análisis de estos datos es la capacidad de recaudación que tienen los radares fijos de la provincia de Pontevedra. Una estimación apunta a un mínimo de seis millones de euros en 2016, tomando como referencia el número sanciones interpuestas y la cuantía correspondiente a la infracción más leve, de 100 euros.

Mario Arnaldo advierte, al mismo tiempo, que "no parece que se esté disipando la sombra de duda sobre el empleo de los radares como instrumento para recaudar. Creo que la Dirección General de Tráfico tiene que replantearse su política sancionadora".

El informe de Automovilistas Europeos Asociados desvela, además, que tres de las cuatro provincias gallegas multan más que la media nacional, que se halla en 4.992 sanciones por radar. La única que está por debajo de ese nivel es Ourense, con 4.682 multas en cada cámara fija en el ejercicio que fue objeto de análisis, correspondiente al año 2016.

Otras provincias de España cuyos radares fijos multan más de lo normal son Córdoba, Castellón, Navarra, Málaga o Cádiz, con registros incluso superiores a los registrados en Pontevedra en el período investigado.

El presidente de AEA mantiene su firme apuesta por una reubicación de todos los radares, retirando muchos de los que se encuentran en autopistas y en autovías para instalarlos en carreteras secundarias, donde se producen la mayor parte de los accidentes con consecuencias graves o mortales.

"Es cierto que en Pontevedra se redujeron los fallecidos en carretera en 2016 en un 15 por ciento, una cifra significativa y que mejora a las del resto de provincias gallegas, pero ello no tiene una relación directa con los radares", subraya Arnaldo.

Además, hay que tener en cuenta que estos datos solo incluyen las sanciones impuestas por exceso de velocidad por radares fijos. Para conocer la recaudación total por este concepto, habría que sumarle la cifra de multas que provienen de radares móviles, por una parte, y las sanciones que se interponen por el resto de infracciones contra el código de circulación.

¿DONDE ESTÁN? La ubicación de los radares fijos de la provincia de Pontevedra (y del resto de España) no es para nada un secreto, pues están marcados por señalización vertical unos metros antes en todas las carreteras.

El estudio de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) señala que el que más multa en la provincia, con 21.570 sanciones impuestas el año pasado, es el ubicado en el punto kilométrico 9,1 de la autovía A-55 (en las famosas curvas entre Mos y Puxeiros, en el inicio de la autovía que une Pontevedra con la meseta). Otros dos controles de velocidad muy cercanos al citado se hallan en la lista de los más sancionadores (aunque en los puestos 4, 8 y 9). Todos ellos se encuentran en una zona en la que se acumulan accidentes todos los días, lo que indica que su presencia no logra los efectos deseados.

Un dato que sí satisface a Mario Arnaldo es que el segundo y el tercer radar que más multan en Pontevedra están ubicados en una carretera Nacional (la N-550), en dos puntos muy distantes. Uno de ellos está en el kilómetro 146,9, en las proximidades de Redondela (con 13.623 sanciones impuestas en 2016), mientras que el otro, que está situado a la altura de Valga, multó casi 7.000 veces el año pasado, muy por encima de la media estatal.

Otra carretera especialmente vigilada es la autovía A-52 (la carretera que sirve de continuidad a la A-55). Este vial dispone de otro radar fijo.

Los otros lugares en los que se hallan los sistemas de cámaras que controlan los excesos de velocidad en la provincia son el punto kilométrico 2,8 de la AP-9; el kilómetro 235,4 de la N-640 (la carretera que une Caldas de Reis con Vilagarcía de Arousa); y el tramo final de la autovía de las Rías Baixas, a pocos kilómetros del concello de Sanxenxo, donde se impusieron 2.678 multas en el año 2016.

Los diez sistemas de cámaras instalados en la provincia detectan más de 1.000 excesos de velocidad a la semana en la provincia

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