El modelo urbano de Pontevedra vive su segunda transición

La ciudad quiere consolidar la preferencia peatonal con nuevas limitaciones de tráfico rodado al centro ► El objetivo es que los únicos coches que circulen sean los que accedan a garajes y los vinculados a servicios
Lores acompañó este viernes a una delegación del ayuntamiento de Braga que quería conocer la ciudad
photo_camera Lores acompañó este viernes a una delegación del ayuntamiento de Braga que quería conocer la ciudad

"Temos que ir cambiando o chip. Non podemos levar o coche a todos os sitios. O coche hai que domesticalo". Miguel Anxo Fernández Lores ha convertido esta frase en su mantra. Lo repite cada vez que habla del modelo urbano. Y este viernes volvió a hacerlo. En esta ocasión, ante una delegación del Ayuntamiento de Braga de visita oficial a Pontevedra para recoger ideas para aplicar al proceso de transformación que han iniciado en su ciudad. 

El alcalde aprovechó la ocasión para subrayarles que la apuesta por la peatonalización no significa la desaparición del coche. Ni siquiera del tráfico rodado, que Pontevedra prevé limitar aún más en los desplazamientos al centro. El objetivo es que los únicos vehículos que circulen por el corazón de la capital sean los que accedan a los garajes y los vinculados a los servicios: taxis y transportes de mercancía para comercios, locales de hostelería y otros negocios. Es decir, al tráfico de necesidad. 

¿Supone esto un perjuicio para el sector automovilístico? Lores defiende que no. Y lo hace recordando una anécdota que le ocurrió en 2014, durante un foro de movilidad organizado en Bilbao por el Real Automóvil Club, el RACE, en el que Pontevedra expuso su modelo pro peatón. Al terminar el congreso, un directivo del club que promociona el uso del coche se dirigió a él. Y no para echarle un rapapolvo, todo lo contrario. "O señor recoñeceume que cando lle falaban de prohibir coches se poñía como unha hidra. Pero a continuación díxome: 'Se vostede me di que os residentes teñen acceso libre ó garaxe, a actividade económica de carga e descarga está favorecida, que o transporte público ten prioridade e se alguén necesita ir á casa a facer un recado pode facelo, non lle teño nada que dicir'", rememoró. 

CAMBIOS. El alcalde sostiene que este sistema de movilidad es exportable. Y así se lo hizo saber a los responsables del ayuntamiento de Braga. Ante ellos reconoció también que el modelo de la capital de las Rías Baixas no está completo. "Estamos a traballar en accesibilidade, en cambio climático e na recuperación urbana", indicó. 

Los cambios no solo se harán en el centro, sino también en las áreas de expansión urbana y en el rural, en donde se ha iniciado el diseño de planes integrales en materia de seguridad vial. Todos ellos girarán en torno a la creación de rutas seguras para sus vecinos, especialmente para que los niños puedan ir caminando solos al colegio, y a la instalación de "lombos". 

"Queda moito por facer. Unha cidade nunca se acaba. Constrúese ó longo dos séculos. E nós deixaremos a nosa pegada mentres que os cidadáns queiran que sigamos facendo este traballo", destacó. 

Las cero muertes en vías urbanas desde hace cinco años, la mejora de la calidad del aire tras la supresión del tráfico de las carreteras nacionales por el centro y los premios internacionales, algunos de ellos otorgados por entidades que promueven el uso de automóviles con energías renovables, avalan, según Lores, la apuesta por su modelo peatonal, que se inició en 1999, con su llegada a la Alcaldía, y que ahora vive su segunda transición. "Isto non o fixemos por ser moi listos. Fixémolo porque tivemos a vontade política e porque a poboación apostou por este modelo. Do contrario sería imposible levalo adiante", añadió. 

La visita de los políticos portugueses, que realizaron una visita guiada por el centro, se cerró de forma satisfactoria. "Nosotros buscamos soluciones de coexistencia entre peatones y coches, sin eliminar el automóvil, que también forma parte de la vida de las personas. En esto, Pontevedra es un ejemplo", destacó el edil de Urbanismo y Movilidad de Braga, Miguel Bandeira.

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