La presencia de un cordero en el escudo de un municipio es frecuente en la heráldica gallega. Puede verse entre las torres de un campanario, frente a un edificio simbólico por cualquier razón, caminando y en otras situaciones donde no llama la atención como sucede con el de Valga, en el que se encuentra atado por dos cuerdas, que lo sujetan por la mitad de su columna vertebral, y suspendido del aire, lo que provoca que ofrezca una imagen que trasmite sufrimiento.
Este diseño no llegó a ser el motivo de iniciativas de grupos ecologistas y tampoco generó controversia alguna en el municipio, donde despachaban con comentarios humorísticos este asunto cuando salía en al conversación, aunque para algunos no dejase de ofrecer una imagen de maltrato al pacífico representante de la cabaña bovina.
El escudo fue aprobado en el año 1816 y la presencia del cordero pudo estar inspirada en el Toisón de Oro, una orden de caballería fundada en el año 1429 por Felipe II, duque de Borgoña y Flandes, y su presencia era una referencia a la potente industria lanar en Brujas, aunque quien le diese el visto bueno se hubiese saltado la autorización que debía dar el rey.
La segunda hipótesis que se baraja para la interpretación del símbolo heráldico del Concello de Valga es mucho más consistente tiene su origen en la toponimia y la actividad laboral que se registraba en este municipio, porque parte de que es una reminiscencia que alude a los tiempos en que la industria de la cordelería estaba presente, y el nombre de la parroquia de Cordeiro, denominada anteriormente Cordario, pudo haber tenido como punto de partida el término latino cordarium.
Con la redistribución del mapa municipal de España, realizada en el año 1836, Valga se convirtió en la sede del Concello y en sus escudo fueron incluidos los dos elementos más significativos de ambas parroquia: el cordero, del la primera, y el puente, en el caso de la segunda.
El Pleno de la Corporación municipal deberá dar luz verde a los nuevos diseños en un Pleno. El ambos puede verse la figura elegante y estilizada del animal, que parece relajado, mira hacia atrás y se encuentra enmarcado pos dos cuerdas. Esta imagen será la identificativa del municipio en el futuro, aunque la del animal colgado de una cuerda no dejará de verse hasta que desaparezcan de la circulación los impresos elaborados con esta estampa. Después, quedará archivado y tal vez siga siendo motivo de debate entre los aficionados a la heráldica.
