Los momentos de la verdad en Pontevedra

El cuadro granate busca su tercera victoria consecutiva en la Liga contra el sexto clasificado, el Valladolid B
Edu realizando una parada ante la mirada del segundo entrenador del Pontevedra, Pepe Rico
photo_camera Edu realizando una parada ante la mirada del segundo entrenador del Pontevedra, Pepe Rico

Rubén Albés era un jugador fino y elegante al que la falta de agresividad le privó de saltar la barrera del profesionalismo. El hoy técnico vigués vistió la camiseta granate en el filial, hace casi una década. Después decidió atravesar la línea y se sacó el título de entrenador. Desde 2010 lee el fútbol de otra manera, sentado en un banquillo.

Este domingo le tocará visitar uno que no le es ajeno, el de Pasarón. Albés dirige al siguiente huésped del Pontevedra, el Valladolid B, un incómodo filial que pondrá a prueba la reacción del once lerezano.


La gran duda: ¿volverá Mario Barco a la titularidad?


Es uno de los partidos más importantes para ambas escuadras de lo que resta de temporada, entre otras cosas porque es el siguiente. Pero también por los renovados objetivos que los enfrentan. Después de una excelente campaña, el Pontevedra empieza a ver de cerca la posibilidad real de disputar la promoción de ascenso a Segunda División. Es cuarto y dispone de cuatro puntos de ventaja sobre el quinto y seis sobre el sexto, el propio Valladolid B.

El filial pucelano está en el andén, ante el último tren que lleva al play-off. Necesita vencer para reducir a tres su desventaja con el PCF. De perder, se colocará a nueve y puede que con el golaveraje en contra. Estaría prácticamente eliminado de una batalla que, por otra parte, nunca se había planteado al comienzo del curso.

El cuadro pucelano es una de las revelaciones de la campaña, pero ha bajado su rendimiento en las últimas semanas. Lleva desde noviembre sin ganar fuera de casa y la pasada semana cayó en su feudo, en el descuento, ante el Celta B.

La baja de Mayoral, cedido al UCAM de Murcia, y la subida de Anuar a la plantilla del primer equipo, lo que le hará perder protagonismo en el filial, podría lastrar a los vallisoletanos hasta el final de la campaña.

El Pontevedra no se fija en esos detalles. Muestra un gran respeto por los poderes del adversario, por su calidad y por la insolencia propia de la juventud que atesora su plantilla. Luisito no quiere regalos. Su equipo ha sufrido demasiado durante las seis largas semanas en las que fue incapaz de ganar y marcar y, ahora, una vez recuperada la senda ganadora con los triunfos contra el Burgos y el Lealtad, no quiere bajarse de esa dinámica.

Para seguir en ella, el técnico teense, contará con todos sus hombres excepto Iker Alegre. La gran duda: ¿volverá Mario Barco a la titularidad?. Esta tarde lo sabremos.

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