El alto mando de la Guardia Civil de Pontevedra denunciado por acoso lo niega

Compareció este viernes en el juzgado de intrucción número 1 y se mostró "colaborador"

El alto mando de la Guardia Civil de Pontevedra que fue denunciado por una agente, por el supuesto acoso laboral y trato degradante que sufrió durante varios meses, ha negado este viernes los hechos ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra, en el que ha comparecido en calidad de investigado.

Según fuentes judiciales consultadas por Efe, el denunciado se mostró "colaborador" durante las cerca de dos horas que estuvo en el juzgado, respondiendo a todas las preguntas las preguntas de la jueza, la Fiscalía y su propio abogado. Se negó, sin embargo, a las cuestiones planteadas por el letrado de la asociación Independientes de la Guardia Civil, que representa a la agente que denunció el caso.

El abogado de la mujer presentó nuevas pruebas documentales y solicitó a la jueza instructora que se realicen más diligencias probatorias y se cite a declarar a más testigos. La jueza deberá decidir ahora si acepta la petición de la acusación particular y continúa con la instrucción del caso, llegando incluso a decretar la apertura de juicio oral contra este alto mando de la Guardia Civil, o si por el contrario optar por archivar la denuncia.

La denunciante, que formaba parte del equipo de investigación de delitos contra la mujer y los menores, asegura que padeció estos episodios de acoso laboral en 2014 y, en septiembre de ese mismo año, causó baja psicológica.

La denuncia recoge que la agente sufrió por parte de este alto mando de la comandancia pontevedresa un trato degradante que menoscabó "gravemente" su integridad moral, prevaliéndose el supuesto acosador de su relación de superioridad.

"ACTOS HOSTILES". La mujer, según su versión, sufrió "reiterados actos hostiles o humillantes" por parte de su superior hasta que la psicóloga de la comandancia de Pontevedra le concedió la baja, al comprobar su situación anímica.

La guardia adjunta en su denuncia seis informes médicos y el acta del Tribunal Médico Militar de Galicia, que acreditarían las lesiones y secuelas que la víctima habría sufrido en los sucesivos episodios de maltrato y vejaciones.

En la denuncia, que cita a varios testigos de estos episodios, se incluyen expresiones que habría proferido el presunto acosador a la víctima que, además de insultos, presiones de índole laboral y comentarios machistas, insinuaba que su situación profesional era consecuencia de haber ofrecido favores sexuales.

Tras las primeras quejas internas, la agente fue relevada de sus funciones y trasladada a la oficina de escuchas telefónicas, momento en el que, continúa la denuncia, dejó de disfrutar de días libres, efectuaba su servicio sola y aislada, no se le computaban todas las horas de trabajo y no cobraba dietas si se prolongaba su actividad, a diferencia de sus compañeros.

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