"Queremos presentarnos al premio nacional de jóvenes promesas"

Tras causar sensación en Xantar, Marcos Sánchez y Xabier Pereira recuerdan cómo empezaron a interesarse por el mundo de la cocina. "Debido a mi situación familiar, tuve que ayudar a mi abuela a hacer la comida a mis primos", declara el primero, que añade que "cuando llegué a Bachillerato y vi que eso no funcionaba, decidí meterme en el ciclo medio de cocina". Por su parte, Xabier afirma que "cuando era pequeño cocinaba, no mucho, pero me hacía la cena", y habla sobre sus estudios, "quería hacer alguna ingeniería, o algo relacionado con la tecnología, pero se me hizo un poco cuesta arriba y decidí estudiar cocina, que es lo que realmente me gusta".

¿Qué tal la experiencia en la escuela Carlos Oroza?

Xabier: Yo empecé sin saber del todo si me quería quedar o no, pero después de las primeras semanas ya sabía que quería dedicarme a esto para siempre.

Marcos: Me encantó. Además, gracias a una beca, nos dieron la oportunidad de hacer un tipo de formación dual, que consiste en seis meses en la escuela y otros seis trabajando en empresa, durante dos años.

¿Los profesores les animaron a presentarse al concurso o fue iniciativa propia?

Un día vimos el cartel del concurso en la escuela y empezamos a buscar una idea con la que presentarnos. Cuando ya sabíamos qué era lo que queríamos hacer, hablamos con nuestro profesor para decirle que nos queríamos presentar.

¿Es la primera vez que acuden a un concurso?

Ya nos habíamos presentado antes a uno, pero, aunque llegamos a la final, en este caso, a pesar de no haber ganado, el plato gustó y llamó mucho la atención.

¿Aprovecharon la visita al Salón?

Fuimos con la escuela y estuvimos pasando por los diferentes puestos, pero a medida que se acercaba la hora de ponerse a trabajar, nos separamos para preparar el concurso.

¿Qué opiniones recibieron sobre el plato?

Enric Ribera, un crítico catalán, dijo que era un plato sorprendente, ya que son casi treinta ingredientes y eso suele resultar chocante. Un jurado que ve eso cree que estás loco, porque no tiene ese concepto en la cabeza, pero cuando lo probó vio que, a pesar de tener tantos ingredientes, había una armonía, sabíamos lo que estábamos haciendo.

Viendo el éxito que han tenido, ¿seguirán trabajando juntos?

Sí, antes de presentarnos al concurso ya teníamos claro que queríamos seguir trabajando juntos. De hecho, estuvimos a punto de abrir un restaurante en verano, aunque nos encontramos con que había ciertas cosas que aún no sabíamos para poder dirigirlo. Hemos recibido la formación gastronómica, pero todavía no tenemos la administrativa.

¿Qué planes tienen para el futuro? ¿Cuál es el siguiente paso?

Nos gustaría formarnos un poco más. Ahora nos vamos a Barcelona seis meses. Nos gustaría llevar el mismo concepto, integrando el producto, pero con algunas modificaciones. Haremos un máster en Innovación Gastronómica y Dirección de Empresa y querríamos montar un restaurante tipo ‘bistró’ en Pontevedra, algo adecuado a cualquier bolsillo. Si viésemos que gusta nuestra cocina, subiríamos un poco el nivel.

¿Creen que repetirán la experiencia de presentarse a algún concurso?

Sí, de hecho, nuestro objetivo es presentarnos el próximo año al premio nacional de jóvenes promesas. Todos los cocineros que han ganado este premio han acabado siendo alguien en el mundo de la gastronomía.

¿Qué opinan de la concepción actual del mundo de la cocina?

Suelen intentar vendernos la cara bonita de la cocina, pero para el día a día necesitas una base, aunque ciertas cosas no impresionen a nadie. Con este concurso tuvimos la oportunidad de explorar la parte mediática de la cocina. También es cierto que, últimamente, mucha gente se ha metido en la cocina por lo que ve en la televisión y no sabe el esfuerzo y la inversión que hay detrás para poder llegar a ser alguien.