Campaña en Change.org para pedir la devolución del Pazo de Campolongo

La redes sociales reactivan la vieja reivindicación de que la casa señorial, trasladada a Madrid en los 60 y reconvertida ahora en marisquería, regrese a la ciudad y se destine a un uso público
Fachada sur del Pazo de Campolongo, con las viviendas militares de General Rubín a la izquierda
photo_camera Fachada sur del Pazo de Campolongo, con las viviendas militares de General Rubín a la izquierda

Todo comenzó con una vieja foto colgada en un grupo de Facebook dedicado a la ciudad y sus gentes. El post nostálgico sobre el antiguo Pazo que presidía Campolongo se transformó, gracias al dinamismo de la redes sociales, en una campaña para reivindicar el patrimonio local y que la emblemática casa señorial -reubicada en Madrid y transformada en marisquería- regrese a la ciudad que la vio nacer, para uso y disfrute de sus vecinos.

Los promotores de esta iniciativa recuerdan que el palacete se construyó en el siglo XVI en el populoso barrio y fue propiedad de varias familias de renombre de Pontevedra: De la Vega, Cruz, Salazar, Figueroa, Montenegro, Mendoza...

A principios de los años 60 se produce la urbanización de Campolongo, al compás del Plan Nacional de Vivienda, lo que supuso el expolio del Pazo. Las autoridades de la época decidieron que su mejor ubicación era Madrid, para convertirse en el pabellón de Pontevedra en la Feria del Campo, que se celebró hasta 1975. Y allí se trasladó, piedra a piedra, para volver a levantarse, aunque con unas dimensiones algo inferiores. Dos años después, el Ayuntamiento madrileño se hizo cargo del recinto ferial, convirtiéndolo en la actual Casa de Campo.

El Pazo de Campolongo pasó por varios destinos hasta convertirse, hoy en día, en una marisquería gallega, llamada A Casiña.

DEBATE. La mayoría de los internautas elogian la idea de la recuperación, pero no faltan quienes dudan de su éxito o los que reclaman más atención al patrimonio que ya existe en la ciudad y que se está deteriorando, caso del Pazo de Lourizán.

En cualquier caso, ya está en marcha una recogida de firmas en change.org. Miguel Lorenzo, uno de los promotores, apunta que "las cosas hay que soñarlas para que se cumplan. Ahora solo es una reclamación ciudadana, no exenta de romanticismo, pero tal vez dentro de un tiempo las administraciones lideren esa petición".