¿Es posible un pacto de gobierno de BNG y Marea?

Las privatizaciones y la Plaza de Toros generan las mayores tensiones
Los ediles de Marea Luís Rei y Carmen Moreira en el Pleno de enero que confirmó el Presupuesto de 2017
photo_camera Los ediles de Marea Luís Rei y Carmen Moreira en el Pleno de enero que confirmó el Presupuesto de 2017

A pesar de que sus líneas rojas se van difuminando, Marea se estrenó en la corporación municipal con un mandato muy claro por parte de su electorado: el cumplimiento de su programa. El documento, que fue votado por sus simpatizantes, reclamaba como medida más urgente a aplicar por el Concello la creación de un plan de emergencia contra la pobreza y el paro.

Entre las medidas también figuraban, por este orden, una auditoría de las cuentas, presupuestos más participativos, desprivatización de los servicios del agua y la basura y la ampliación del saneamiento a las parroquias del rural.

Esta hoja de ruta le dio 3.222 votos en las municipales de 2015, lo que representó el 8,14% del total. Con estos avales, Marea entró por primera vez en la Corporación municipal, que pasó de tener tres partidos (BNG, PP y PSOE) a cinco (al unirse Marea y Ciudadanos). Su estreno en política no estuvo exento de polémica, sobre todo por el importante enfrentamiento que ha mantenido con el equipo que dirige Miguel Anxo Fernández Lores, alcalde de Pontevedra desde el año 1999.

La coalición de izquierdas, en la que están integrados partidos como Podemos, Anova, Esquerda Unida y otras sensibilidades nacionalistas y ecosocialistas, mantiene dos grandes diferencias con el BNG: la remunicipalización de servicios públicos y la continuidad del contrato de alquiler con los propietarios de la Plaza de Toros de Pontevedra.

Sobre el primer asunto, Marea se muestra menos beligerante. El pasado mes de diciembre, en plena discusión presupuestaria con los nacionalistas, la formación suavizaba su postura respecto al contrato del agua. Asumía que la concesión se iba a prorrogar a finales de febrero.

En la actualidad, el Ejecutivo nacionalista prepara los pliegos para adjudicar el nuevo contrato, que seguirá privatizado.

LAS CORRIDAS. Otro de los asuntos de máxima tensión entre ambos grupos municipales tiene que ver con las touradas. Marea sostiene que el arrendamiento del coso de San Roque es prescindible y que el dinero que se destina al mismo acaba financiando las corridas de toros, en contra de las que está el BNG en toda Galicia.

Los nacionalistas defienden el contrato, que el año pasado se rebajó hasta los 38.500 euros tras una campaña de presión de colectivos animalistas y de Marea. Sostienen que, gracias a él, las instalaciones pueden ser utilizadas todo el año, principalmente para el espectáculo medieval de Feira Franca.

El acuerdo económico entre el Gobierno local y los gerentes de la Plaza de Toros se remonta al año 2001.

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