"Creí que no volvería a ver más a mi familia"

Una marinense fue acusada de llevar una pistola en su equipaje en el aeropuerto de Orly (París) y, después de cachearla, le dijeron que se trataba de una broma
La marinense Paula Bouzada junto a la maleta con la que viajó desde París
photo_camera La marinense Paula Bouzada junto a la maleta con la que viajó desde París

"Fueron minutos eternos. Lo primero que pensé es que no vería más a mi familia. Me hicieron sentir como si fuera una terrorista", comienza explicando Paula Bouzada, que regenta la agencia de viajes Virgin, cuando vio que en el escáner del aeropuerto de Orly había una pistola en su maleta. La marinense había viajado a París y regresaba a España en la mañana del pasado martes cuando, en el control de la terminal, el agente de seguridad le preguntó si era la propietaria del equipaje que estaba revisando. Respondió afirmativamente y el guardia le enseñó lo que se veía a través de la pantalla. "La maleta es mía, pero lo que hay adentro no, le dije. En el escaner se veía una pistola, todo los que estaban allí la vieron".

A continuación le hicieron quitarse el calzado, la cachearon "de arriba a abajo" y en pocos segundos comenzó a pensar que -con una pistola en la maleta, la acusarían de yihadista y no volvería a casa. La situación la llevó a un ataque de nervios y a llorar desconsoladamente. "Al verme así, el chico me dijo que era una broma".

La imagen que se veía en la pantalla era ficticia, ya que en realidad no había un arma en el equipaje, era un montaje informático. "Cuando me lo dijo empecé a insultarle, a llamarle de todo menos guapo", recuerda.

"No daba crédito. Esto es una locura. Todos mis compañeros tenían cara de susto", afirma Paula Bouzada, que destaca que en esa terminal había una importante presencia policial, con agentes fuertemente armados. "¿Cómo me pueden gastar una broma de ese tipo?", subraya la agente de viajes. "Frivolizar con eso me parece tremendo, con lo que está pasando en ese país".

"Temblaba igual que ahora cuando lo recuerdo. Yo sé que no llevaba nada dentro, pero había una pistola en mi maleta. Podían haberme metido en un cuarto, detenerme y no saldría más de Francia. Venía en el avión vomitando", explica.

Horas después de la "broma", en el aeropuerto hubo una alerta por una maleta, que fue neutralizada por las fuerzas de seguridad. "¿Y tres horas antes me estaban gastando una broma de ese tipo? El resto de mi vida me acordaré de ese momento".

La marinense presentará un escrito de queja ante la Subdelegación del Gobierno, mientras que la empresa que organizó el viaje también estudia realizar una reclamación en el consulado español.

"Esto no puede quedar impune. ¿Cómo hacen ese tipo de bromas, frivolizando de esa manera? Hoy me tocó a mí, pero mañana le puede pasar a cualquier otro pasajero y, aun no siendo culpable, lo pueden hacer culpable", afirma Paula Bouzada.

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