España produce al año un millón de toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE, según Eurostat, cifra que crece a un ritmo tres veces mayor que los sólidos urbanos, de ahí la importancia de reciclar y reutilizar cada aparato.
La empresa gallega Revertia lleva desde 2010 dedicada a la gestión integral, es decir, recogida, traslado y reutilización de este tipo de residuos para darles una ‘segunda vida’, así lo explica en una entrevista el responsable de Comunicación Alejo Calatayud.
La idea surgió en 2005, "una vez aprobada la primera normativa de este tipo en España", y posteriormente en 2012, con la reforma de la misma, "cuando surge el concepto de la reutilización", incluida en el sistema de economía circular.
Revertia se ha especializado en la gestión de parques informáticos obsoletos y da servicio en España y Portugal por medio de una filial. Ha pasado de gestionar 20 toneladas de residuos en 2011 a 140 en 2015 con un porcentaje de reutilización de un 20% del total de los RAEE gestionados, porcentaje que llega al 30% en la categoría de equipamiento informático, ha manifestado Calatayud. El objetivo es facilitar la reutilización de aparatos electrónicos y equipos informáticos y sus componentes, que, de lo contrario, terminarían en los puntos limpios o en los trasteros de muchas familias que los almacenan a lo largo de años.
Tras el éxito de su actividad en su planta de la localidad gallega de O Porriño, han abierto otra en Mejorada del Campo, cerca de Madrid, para "mejorar la logística y garantizar la proximidad".
Según Calatayud, se han adelantado varios años a la legislación de gestión de este tipo de residuos, que según la normativa vigente, en 2017 se deberá reciclar el 3 y el 4% en 2018.
Según Eurostat, en los países de la Unión Europea, el 4% de la basura generada en el continente es electrónica, es decir unos diez millones de toneladas al año, y en España se llega al millón de toneladas, de los que se considera que 750.000 son reciclables.
La empresa realiza en su planta la reparación de los equipos recuperables, con el borrado previo de la información contenida y certificación que se entrega al cliente. Tras pasar por los controles de calidad pertinentes, el residuo pasa a ser un aparato eléctrico y/o electrónico reutilizado al que se le aplica la normativa sobre comercio interior y puede pasar al mercado de segunda mano, para lo que han creado la página www.re-boots.com o la donación a proyectos sociales.
Con el proceso de reutilización se consiguen beneficios sociales al facilitar a personas con menos recursos el acceso a equipos informáticos y así romper la brecha digital, creación de puestos de trabajo y, sobre todo, evitar la extracción de nuevos recursos naturales y materias primas.
Entre los medioambientales se incluyen además evitar la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), ya que la reutilización permite obtener una reducción 191 kg de CO2 equivalente a un puesto informático frente a uno nuevo.
En 2020 los productos deberán llevar en sus etiquetas la huella ecológica.
