Tres reses muertas en un ataque del lobo en Viascón

Los ataques de lobos continúan causando estragos en las explotaciones ganaderas de Cerdedo-Cotobade. El año 2017 ha comenzado de la misma manera que finalizó 2016: con varias reses muertes, víctimas del temido depredador.

Una vez más, los animales salvajes se han cebado con la explotación de Roberto Louzán, que explicó ayer que la última ‘visita’ de los lobos a su propiedad se saldó con tres ovejas muertas, además de una desaparecida. "Só quedou unha con vida, pero ferida", explicó el afectado, que hace hincapié en que este problema no ha hecho más que aumentar a lo largo de los últimos meses. En este sentido, el ganadero de Viascón se muestra especialmente preocupado por las pérdidas económicas que provoca la presencia del lobo. Según sus cálculos, más de 60 animales acabaron heridos o devorados por los depredadores en el último año.Ni las bajas temperaturas ni las quejas presentadas ante la Xunta de Galicia han servido para paliar esta situación. A este respecto, Roberto Louzán asegura que "falamos en varias ocasións coa Administración autonómica, pero de momento aquí todo segue igual. Os ataques non se deixan de producir", lamenta. En una de las últimas reuniones mantenidas con representantes del Gobierno gallego, "a única proposta que nos fixeron é que o gando estivese pechado".

DICIEMBRE NEGRO. El mes de diciembre resultó especialmente duro, tal y como afirma el responsable de la explotación ganadera de la parroquia cotobadesa. "En Noiteboa houbo un ataque no que acabaron mortas cinco ovellas e outras nove quedaron feridas". Apenas unos días antes, Louzán localizó a dos reses gravemente heridas, víctimas también de las mordeduras de los lobos.

El afectado, muy conocido en Cerdedo-Cotobade por ser el impulsor de la Festa do Tenreiro Ecolóxico ao Espeto y por continuar con el negocio familiar, se vio obligado en su día a comprar más de una veintena de cabezas de ganado, después de que los lobos atacasen a 30 de sus animales.

Tanto el ganadero de Viascón como otros compañeros suyos sospechan que los autores de estos ataques son cinco lobos (dos adultos y tres ejemplares más jóvenes), todos ellos de la misma manada.