Los hermanos Luis y Manuel Abal encabezan el sector crítico a la gestión de Lupe Murillo y su consejo de administración y ostentan el paquete accionarial más grande de la sociedad anónima, seguido de cerca por Conservas Pescamar. Entre sus empresas, tres (Marabal, Meañomar e Inversiones y Gestiones Alimenticias SL) tienen presencia en el accionariado del club granate.
Entre ellas acumulan el 33,8 por ciento de los títulos del Pontevedra Club de Fútbol, poco más de un tercio. Su negocio se centra, principalmente, en la industria alimenticia. Tanto en el sector de las conservas como en el cárnico han conseguido un importante volumen de negocio.
Manuel Abal fue acusado de emplear a inmigrantes ilegales
De hecho, son uno de los principales exportadores de Europa de cabezas de cerdo y derivados. Disponen de un palco en Pasarón, frecuentado en los últimos tiempos por Manuel, aficionado al fútbol.
Su representante en las juntas de accionistas del club granate es el abogado pontevedrés José Luis Tilve, que mantuvo una dialéctica con Lupe Murillo y el consejero Enrique Mariño durante la junta del pasado martes celebrada en el Teatro Principal.
La vinculación de los Abal con el Pontevedra ha llegado en los últimos dos años, cuando empezaron a acudir al mercado de valores para hacerse con paquetes de acciones de algunos de los propietarios con más capital del PCF SAD.
Sus empresas no solo les han reportado grandes beneficios económicos, sino que les han dado quebraderos de cabeza. Manuel Abal fue condenado a una importante multa por falsedad documental y un delito contra la Hacienda Pública. Además, también tuvo problemas con la Justicia al ser detenido por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores por dar empleo a inmigrantes ilegales.
