Diego Costa y Conte firman la paz... 'a medias'

El hispano-brasileño Diego Costa y su entrenador en el Chelsea, Antonio Conte, han firmado una pequeña tregua tras reincorporarse el delantero a los entrenamientos, de los que llevaba apartado varios días.

Costa y Conte, cuya relación desde el primer instante ha sido más que tensa -en pretemporada el jugador intentó en vano regresar al Atlético de Madrid para volver a ponerse a las órdenes del Cholo Simeone-, seguirán sin embargo sin dirigirse la palabra y la convivencia entre ambos para lo que resta de temporada promete seguir siendo explosiva, a tenor de las informaciones que llegan desde Inglaterra.

CONFLICTO. El delantero fue apartado del equipo la pasada semana después de una fuerte discusión con el entrenador italiano, e incluso llegó a perderse el partido ante el Leicester, lo que hizo saltar las alarmas por un posible traspaso en el vigente mercado de invierno.

La sombra del Atlético, que desea tanto como el jugador que se produzca el reencuentro, y de los infinitos millones chinos que no dejan de tentar a los talentos europeos, planearon durante varios días por Stamford Bridge, pero finalmente todo parece indicar que Diego Costa terminará la temporada en el equipo blue.

PAZ MOMENTÁNEA. La intermediación de los compañeros en el Chelsea del hispano-brasileño han resultado claves para encauzar las aguas y resolver un conflicto que amenazaba con enquistarse. El título de Premier League está más que a tiro -los de Antonio Conte son líderes destacados y vienen en clara línea ascendente, gracias en buena parte a la aportación del delantero- y semeja que ambas partes, jugador y entrenador, serán lo suficientemente profesionales como para anteponer el interés colectivo al personal.

A pesar de todo fuentes inglesas sostienen que una reconciliación real entre ambos es completamente inviable y que con total probabilidad su pacto de no agresión durará hasta el final de la vigente temporada. A partir de aquí el destino de ambos podría separarse, con el Atlético de Madrid en el horizonte de Diego Costa.