Patoco tenía la mayor fortuna del narcotráfico gallego en el momento de fallecer en un accidente de moto en el año 2008. Las autoridades sostienen que comenzó en el lucrativo negocio con el beneplácito de Sito Miñanco y que pronto fue ascendiendo en el escalafón hasta contar con su propia organización.
El lanchero más conocido de las Rías Baixas, capaz de huir de las autoridades en sus planeadoras e introducir alijos de cocaína en sus propias narices, contaba con embarcaciones que podían cruzar el Atlántico en apenas dos días para salir al encuentro de los pesqueros de la droga. Llegó a pagar 1,5 millones de euros por lanchas de más de 2.000 cv de potencia que lograba domar entre las bateas hasta llegar a las naves en las que ocultaba los alijos, a la espera de enviárselos a sus socios colombianos.
Su fallecimiento coincidió con la fase final de la investigación del Greco (en la que fue desarticulada toda su banda). En ese momento comenzó a forjarse su leyenda. Patoco ya había sido condenado con anterioridad, pero no vivió para verse privado de todos sus bienes.
Patoco, discípulo aventajado de Sito Miñanco y as de las planeadoras
Tenía la mayor fortuna del narcotráfico gallego en el momento de fallecer en un accidente de moto en 2008
