"Hay chicas que están siendo víctimas de maltrato y no lo saben"

En la provincia hay 310 mujeres con protección por violencia machista

Solo en el primer semestre de 2016 se interpusieron 1.101 denuncias en Pontevedra. En lo que va de año, 39 mujeres han sido asesinadas en España, una de ellas en Lugo
Escaparate de Pontevedra teñido de negro contra la violencia machista
photo_camera Escaparate de Pontevedra teñido de negro contra la violencia machista

Detrás de las 310 mujeres que viven con protección policial en la provincia existen historias de miedo y maltrato. Como la de una niña de ocho años que, por no poner en peligro a su madre, ocultaba que su padre dormía con un cuchillo debajo de la almohada "por si mamá se portaba mal". La niña se pasaba días sin llevarse nada a la boca porque su padre la castigaba sin comer mientras la madre trabajaba. Pero tampoco decía nada porque tenía miedo. Lo explica la presidenta de la asociación Mulleres en Pé, Carolina Hincapié, que conoce tantos relatos de terror como mujeres han pasado por el colectivo que preside.

La finalidad de la protección policial es evitar un desenlace fatal que, en lo que va de año, se ha repetido ya en 39 ocasiones en España. Ese es el número de mujeres que han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas solo en 2016. Pero la lacra de la violencia machista no solo se mide en números. A veces las mujeres tardan demasiado en dar el paso para denunciar y no cuentan con las pruebas necesarias para que el agresor sea condenado. Como una mujer que, a pesar de acumular secuelas de las palizas, no tiene informes médicos por no haber ido a urgencias el día de los golpes, por lo que tiene que entregar a su hijo cada fin de semana al hombre que solía golpearla delante del pequeño.

"Existen moitas campañas para que as mulleres denuncien pero, unha vez que o fan, que pasa? Segue habendo moita desprotección porque non hai orzamentos suficientes", cuenta Vicky Estévez, presidenta del Colectivo Feminista de Pontevedra. A pesar de lo que cuesta llevar a los juzgados al agresor y tener que demostrar su culpabilidad, solo en los primeros seis meses de 2016 se interpusieron en la provincia 1.101 denuncias por violencia de género. En Galicia fueron 2.744.

ASISTENCIA. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, por medio de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, presta el Servicio telefónico de información y de asesoramiento jurídico en materia de violencia machista, a través del número telefónico 016, que no deja registro en la factura. Este servicio recibió un total de 10.657 llamadas procedentes de la provincia de Pontevedra desde septiembre de 2003, la mayoría de ellas realizadas por la propia víctima, aunque también hay registradas consultas de familiares y allegados de la maltratada. En el mismo período de tiempo (desde el 3 de septiembre de 2003 hasta la actualidad) la violencia machista ha acabado con la vida de 50 mujeres en Galicia, 21 de ellas pontevedresas. Los datos a nivel estatal hablan de 865 mujeres asesinadas a manos de sus compañeros o excompañeros sentimentales en este tiempo.

"O que máis nos preocupa é que o temos moi normalizado. Cada vez que hai un asasinato machista seguimos coa nosa vida como se nada. Pero tampouco o fan as institucións. A violencia machista matou a máis persoas que Eta, é terrorismo, e ten que ser tratado como unha cuestión de Estado", cuenta la presidenta del Colectivo Feminista.

Otra de las cuestiones que preocupan a las feministas es la violencia entre los más jóvenes. De este modo, Vicky Estévez señala que, aunque hay un nivel elevado de concienciación entre la juventud, también es cierto que "se tende a tolerar actitudes que non se deberían tolerar por mor desa lacra que é o amor romántico".

¿Pero qué es el amor romántico? Una forma de entender las relaciones afectivas en la que hay hueco para los celos y la posesión. "Cando falas con xente nova sobre os ciúmes hai un certo grao de tolerancia", cuenta Vicky, que insiste en la necesidad de desterrar este tipo de ideas del imaginario de los más jóvenes. Por eso considera fundamental que se desarrollen campañas en los centros educativos. "Seguramente, nos institutos nos que damos charlas, hai mozas que están sufrindo o que mal chamamos micromachismos, porque as actitudes machistas non son nunca ‘micro’, non debemos minimizalas".

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