La Fiscalía advierte de un descenso en el número de denuncias por violencia de género en Pontevedra

Las seis muertes violentas ocurridas en el segundo semestre de 2015 a manos de sus parejas o exparejas se produjeron en unas circunstancias en las que las víctimas se hallaban en una situación de total indefensión
Entierro de Concepción Reguera, la mujer fallecida en Pontevedra a manos de su expareja
photo_camera Entierro de Concepción Reguera, la mujer fallecida en Pontevedra a manos de su expareja

Ninguna de las 1.294 denuncias por violencia de género interpuestas en la provincia en 2015 fue formulada por las mujeres que perdieron la vida. Las seis muertes violentas ocurridas en Pontevedra en el segundo semestre del año pasado a manos de sus parejas o exparejas (una cifra que constituyó un record histórico) se produjeron en unas circunstancias en las que las víctimas se hallaban en una situación de total indefensión, bien porque no se imaginaban que les pudiese ocurrir algo así o bien porque no encontraron la fuerza necesaria para poner los hechos en conocimiento de las autoridades.

Lo cierto es que la reducción en el número total de denuncias (en 2014 se interpusieron cerca de 1.500) vino acompañada de "un brutal repunte de muertes, una locura", según palabras de la fiscal de Violencia de Género, Rosalina Carrera. "No puede decirse que haya fracasado el sistema ni la ley. ¿El efecto llamada? No lo sé", añade. Los fallecimientos, que se produjeron entre julio y diciembre, se produjeron en circunstancias bien distintas, aunque todos ellos tienen en común la ausencia de denuncia previa y el hecho de que el autor de las muertes fue, en todos los casos, un pontevedrés. "No hay un patrón común. No lo puedes ubicar de ninguna manera. Ojalá supiéramos que a un señor se le ve venir, que va a cometer un crimen", añade la fiscal, que opina que "la ley está bien. El sistema es efectivo y avanzado. En países en los que se supone que el machismo está más controlado, como los nórdicos, hay mucho maltrato y conductas sexistas. Yo sigo diciendo que lo fundamental es la educación de la mujer para que no permita nada".

1. Arbo (3/07/15)


El primer suceso tuvo lugar en la localidad de Arbo, en el Sur de la provincia, a principios del mes de julio. La investigación señala que la víctima, de nacionalidad española y 30 años de edad, falleció a manos de su expareja de hecho, de 37. La víctima, que contaba con hijos menores de edad, falleció tras recibir un disparo con un arma de fuego. No tenía orden de protección alguna, pues no había denunciado a su agresor antes del crimen.

2. Vigo (6/09/15)


Una mujer de nacionalidad brasileña de 46 años de edad falleció en pleno centro de la ciudad olívica después de sufrir múltiples golpes que supuestamente le propinó su expareja, un varón español 15 años más joven que ella. En su caso no tenía hijos menores en el momento de su muerte y, como en el caso anterior, no existía denuncia previa ni orden de protección.

3. Vigo (5/10/15)


La segunda muerte en menos de un mes en la ciudad industrial del Sur de Pontevedra tuvo como víctima a una mujer de nacionalidad portuguesa de 34 años de edad. En este caso el supuesto agresor era mucho mayor que ella (tenía 55). Ambos eran pareja cuando sucedió el crimen. Tampoco existían órdenes de protección ni denuncias previas. Se da la circunstancia de que el presunto autor de los hechos, que acabó con la vida de su compañera a base de golpes, acabó quitándose la suya.

4. Ponte Sampaio (24/10/15)


La muerte más próxima al casco urbano de la Boa Vila se produjo a finales de octubre, de madrugada. Concepción Reguera Peón, de 38 años, falleció a pocos metros de su casa de Ponte Sampaio a manos, supuestamente, de su ex pareja de hecho, de 34, que le asestó varias puñaladas. Como en el resto de casos, no existían denuncias previas ni órdenes de protección.

5. Vigo (29/10/15)


Apenas cinco días después de la muerte de Ponte Sampaio, Vigo fue escenario de otro episodio violento que se saldó con el fallecimiento de una mujer. La víctima, de 71 años, fue arrojada al vacío por una ventana por su compañero sentimental, de 62, según desvela la investigación. Ambos eran de nacionalidad española y no existía denuncia ni orden de protección alguna.

6. Mos (29/12/15)


El último deceso relacionado con la violencia machista en 2015 se produjo en la localidad de Mos a finales de diciembre. Fue el único caso en el que víctima y verdugo se encontraban casados. El agresor, de 71 años de edad, propinó múltiples golpes a su compañera sentimental hasta acabar con su vida. Como en el resto de casos, la víctima no contaba con protección estatal alguna al no haber denunciado a su marido.

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