"Es una vergüenza que los Bombeiros do Salnés no den este servicio"

Una familia de Curro lleva tres semanas sitiada por las avispas velutinas

No abren las ventanas por miedo a que entren. Ni Bomberos, ni la Xunta, ni Protección Civil acuden a retirar el nido
El nido de avispas asiáticas cuelga de una ventana. La fotografía fue tomada este domingo por el vecino de A Bretoña
photo_camera El nido de avispas asiáticas cuelga de una ventana. La fotografía fue tomada este domingo por el vecino de A Bretoña

El temor que inspiran las avispas asiáticas a la población se ve multiplicado si los insectos, en vez de hacer sus nidos primarios en lo alto de los eucaliptos, eligen directamente elementos de las construcciones para instalarse. Es el caso de una familia de Curro, en el Concello de Barro, que ha visto como un nido de estos temidos animales aparecía en lo alto de una de las ventanas de su vivienda.

El miedo inicial se ha convertido en indignación después de comprobar que, tras tres semanas desde que dieron el primer aviso al 112, todavía no han conseguido que personal especializado sacase el nido.

"Cuando lo descubrimos, era como un puño, pero se veía claramente que eran avispas velutinas, porque son unos insectos muy grandes, de unos cuatro centímetros, por lo que se las distingue perfectamente de las otras. Ahora, tras tres semanas, ha crecido y tiene el tamaño de un balón de fútbol", explica el propietario de la residencia, Francisco José Pérez Vázquez, que no sabe a quién recurrir para librarse de la amenaza que supone el nido pegado a su residencia.

"Al principio era como un puño, pero ahora es como un balón de fútbol. No nos atrevemos a abrir las ventanas por si entran"

TRES SEMANAS. Según relata, "llevamos tres semanas sin atrevernos a abrir las ventanas, casi desde que lo descubrimos, porque ante la posibilidad de que entren y nos piquen, tenemos miedo". Lo peor, según él, es la situación que se ha generado en los últimos días, porque la actividad de las avispas asiáticas ha ido creciendo, al crecer también el tamaño del nido, y uno de sus familiares que reside en la casa está convaleciente.

"Tenemos a una persona mayor en casa que está recién operada de la cadera. Le han implantado una prótesis y está en cama", lamenta, porque, el hecho de tener la ventana de su cuarto cerrada todo el día para evitar que las avispas le causen daños, provoca un malestar innecesario a la convaleciente.

El vecino de Barro señala además su preocupación "por nuestros animales, e incluso por los vecinos de esta zona, porque hay otras casas cerca y también es posible que causen daño a sus habitantes", reitera.

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