Cristian Toro consigue una medalla de oro con sabor lucense

El deportista consigue el primer oro olímpico para el deporte de la provincia al ganar junto a Saúl Craviotto la final de Río en el k-2 sobre 200 metros ► La pareja española aventajó en 0,293 segundos en la línea de meta a sus perseguidores

La gloria estaba en Río de Janeiro. En las oscuras aguas de la laguna Rodrigo de Freitas. En 30 segundos de esplendor sobre las aguas. A bordo del k-2 sobre 200 metros, la velocidad pura del piragüismo, el lucense Cristian Toro y su compañero, el ilerdense Saúl Craviotto, degustaron el dulce sabor de la victoria. Toro y Craviotto son campeones olímpicos. La medalla de oro conquistada por el palista del Club Fluvial de Lugo es la primera del preciado metal que consigue un deportista lucense en la historia. Toro supera así el registro de Luis Gregorio Ramos Misioné, otro piragüista, santo y seña de este deporte en Lugo durante décadas, que alcanzó la plata olímpica en Montreal 76 (con el k-4 sobre 1.000 metros) y el bronce en Moscú 80 (esta vez a bordo de un k-2 sobre 2.000 metros). 

Todo Lugo, toda España también, estaban pendientes este jueves a eso de la hora de comer, sobre las 14.47, de Cristian Toro y Saúl Craviotto. Habían sido los mejores en las series –pasaron a la final direcvtamente y sin pasar por la criba de las semifinales al haber firmado el mejor tiempo en la primera ronda– y la expectación era máxima por ver si eran capaces de confirmar las elevadas esperanzas puestas en ellos. 

No defraudaron en absoluto. Toro y Craviotto, que compiten juntos desde noviembre del año pasado, completaron una primorosa final en la que no admitieron la más mínima intromisión de sus rivales. Eran los favoritos desde hace meses, cuando se clasificaron para Río al imponerse en las pruebas preolímpicas de Duisburgo (Alemania) y respondieron a la perfección. 

La pareja española cruzó la línea de meta de la laguna Rodrigo de Freitas con un tiempo de 32,075, con una ventaja de 0,293 segundos por delante de los británicos Liam Heath y Jon Schofield, los segundos clasificados, y de 0.317 sobre los terceros, la pareja lituana formada por Aurimas Lankas y Edvinas Ramanaukas. 

El dúo que consiguió la octava medalla española en Río de Janeiro admitió, ya con el oro al cuello, que se juntaron en noviembre pasado sin muchas aspiraciones pero que comenzaron a sentir que eran competitivos cuando alcanzaron el primer lugar en el Preolímpico de Duisburgo. 

"Con la medalla colgada al cuello he sentido que el trabajo ha sido recompensado", Toro

"Cuando empezamos no imaginábamos que podíamos alcanzar medalla. Después de Duisburgo y de la Copa del Mundo, las cosas comenzaron a pintar bien, a oler bien, pero nunca pensamos que íbamos a ganar de esta manera", afirmó Saúl Craviotto. 

El lucense Cristian Toro, el segundo gallego que cosecha un oro al lado de Craviotto, coincide en que se dieron cuenta de la posibilidad de medalla hace tres meses. "Sabíamos que el barco era muy bueno y sabíamos la velocidad que podíamos alcanzar, pero creo que solo imaginamos esto (el oro) cuando cruzamos la meta en el Preolímpico de Duisburgo y vimos que estábamos a nivel de pelear por una medalla", afirmó. 

Toro dijo que los últimos meses fueron difíciles para ambos, ya que tuvieron que luchar mucho por un lugar en Río de Janeiro. Pero el oro lo ha compensado todo. "En el podio estaba con Saúl, veía a mi madre y veía a mi novia. Y después de un año tan difícil como ha sido este para ambos he liberado la tensión y con la medalla colgada al cuello he sentido que el trabajo ha sido recompensado", dijo Toro, que vio cumplido el sueño de ganar el oro olímpico al lado de su ídolo, Saúl Craviotto. Juntos ya saben lo que es la gloria.

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