De la Escuela Municipal de Sanxenxo a la orquesta austríaca Gustav Mahler

La importante agrupación ha reconocido el talento musical del flautista Juan Cernadas
El joven flautista Juan Cernadas.
photo_camera El joven flautista Juan Cernadas.

Cuando tenía seis años, su abuelo lo matriculó en la Escuela Municipal de Música de Sanxenxo. Así fue como descubrió su vocación. Más de quince años después, Juan Cernadas no se imagina un futuro sin estar vinculado a la música. Su gran talento con la flauta travesera le ha valido para pasar las exigentes pruebas convocadas por la Orquesta Gustav Mahler Jugendorchester de Austria, convirtiéndole en uno de los alumnos becados que participarán en dos encuentros anuales que organiza la institución y que le llevarán de gira por diversas partes del mundo. La primera de dichas reuniones melódicas tuvo lugar en marzo en Abu Dhabi, dando una gira de conciertos que los llevó por las principales ciudades europeas durante más de un mes.

El joven flautista conserva recuerdos muy agradables de sus seis años como alumno de la Escuela Municipal. Su primer profesor, Rafael Torres, fue quien le empujó a formar parte de la Banda de Música de Sanxenxo. "Sigue con la flauta que es lo que te apasiona de verdad", fueron las palabras de Torres que le empujaron a continuar con su formación musical. El flautista rememora con cariño el buen ambiente que había entre los miembros de la agrupación instrumental, algo que, en sus propias palabras, "fue un extra de entusiasmo porque ya empecé a ver la música como ocio".

Siguiendo el consejo de su maestro, decidió conciliar su formación de educación secundaria y de Bachillerato Artístico con un Grado profesional en el Conservatorio Manuel Quiroga de Pontevedra. Durante un tiempo, Juan Cernadas trabajó duramente para poder rendir académicamente. Combinaba el estudio semanal con los ensayos de los fines de semana, concentrándose en perfeccionar cada nota para conseguir dominar la travesera. "Las clases acababan a las dos de la tarde y a las cuatro empezaban en el Conservatorio, donde estaba hasta pasadas las nueve de la noche. Fue una etapa muy difícil".

Todo el esfuerzo dio sus frutos. Hubo momentos de duda durante los que se planteó comenzar la carrera de Derecho, pero uno de sus profesores del Conservatorio de Música le ayudó a escoger su futuro. Tras un concierto del joven, el maestro le aconsejó seriamente que debía dedicar su vida a la música. "Lo llevas dentro y eres bueno". Y Juan se enamoró aún más de la flauta travesera.

"Tengo la suerte de hacer lo que realmente me gusta y me llena. He comprobado que es posible convertirlo en un medio de vida"

Tras su paso por la escuela pontevedresa, hizo la prueba de acceso para el Conservatorio de A Coruña y para el de Zaragoza. Ni siquiera el exigente nivel ni la gran competencia de las audiciones frenaron la musicalidad innata de Cernadas, quien consiguió una de las tres plazas que ofertaba el centro aragonés. Así continuó su camino hasta decidir presentarse a la selección convocada por la Orquesta Gustav Mahler. "No me puse nervioso en ningún momento, sé que domino el instrumento y disfruté tocando", son las palabras que utiliza el joven músico para describir la confianza que ha adquirido con su instrumento tras incontables horas de estudio.

Durante las pruebas, los convocados deben interpretar una obra obligatoria y una serie de solos orquestales mientras una cámara graba su actuación. Después, un jurado decide entre los finalistas.

Más de 1.700 músicos procedentes de toda Europa se presentaron a la convocatoria. "Tienes que tocar con mucha gente y todos tenían mi mismo nivel. Me satisface mucho haber conseguido una plaza", recuerda Cernadas al hablar de lo duras que fueron las selecciones.

A pesar de que es un puesto que se renueva anualmente y que no está remunerado, el flautista destaca la gran oportunidad que supone para él poder ampliar sus estudios y conocer las grandes capitales europeas. El próximo cuatro de agosto, los virtuosos parten desde Italia para comenzar el segundo encuentro que organiza la orquesta y con el que viajarán dando conciertos por importantes ciudades como Salzburgo, Amsterdam, Berlín, Londres o Dresden.

Juan Cernadas está absolutamente convencido de que quiere dedicarse por entero a la música profesional. "Ahora tengo la suerte de hacer lo que realmente me gusta, lo que me llena, y puedo comprobar que es posible convertirlo en un medio de vida", afirma el flautista. Además, anima a los alumnos de la Escuela Municipal de Música de Sanxenxo y a todos aquellos músicos principiantes a luchar por un futuro en este ámbito artístico si realmente aman algún instrumento. "Que al principio se lo tomen como una afición, pero si realmente les gusta, yo les animaría a dedicarle tiempo". El nivel no parece ser un problema en España. Junto a Juan Cernadas, otros 23 músicos del país forman parte de la Orquesta Gustav Mahler.

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