Las ocho personas que fueron detenidas en tierra en relación con el intento de transporte de 8.000 kilos de hachís a través de la ruta del Mediterráneo Oriental fueron puestas a disposición judicial en la jornada de ayer. Almería, Madrid, Padrón y Vilagarcía de Arousa fueron los lugares en los que comparecieron los arrestados, implicados de uno u otro modo en las tareas encaminadas al traslado de la droga desde Marruecos hasta el puerto libio de Tubruk. Cerca de la frontera con Egipto. Tampoco se descarta que una parte del alijo tuviese Galicia como destino final.
Seis de los presuntos miembros de la organización criminal internacional ingresaron en prisión de forma incondicional, uniéndose de este modo a los cuatro tripulantes del velero Mar Blue, todos ellos gallegos, que ya se hallaban entre rejas desde el abordaje de la embarcación, a mediados del presente mes de julio.
En el juzgado de Vilagarcía de Arousa comparecieron los cuatro vecinos de esta ciudad que fueron detenidos el martes, entre los que se encuentran el presunto cabecilla del narcotransporte, David G.C., y dos súbditos colombianos afincados en el populoso barrio de Fontecarmoa. Los tres citados fueron recluidos en el centro penitenciario de A Lama de forma provisional, mientras que el cuarto, un joven de Vilagarcía, fue puesto en libertad con cargos.
En Padrón prestaron declaración M.B.F., que ingresó en prisión, y B.D.F., una mujer que quedó en libertad con cargos. Ambos fueron detenidos en otros puntos de O Salnés.
Por otra parte, en Madrid se personó otro súbdito colombiano que, según las investigaciones, tenía su residencia fijada de forma habitual en Galicia. También ingresó en prisión, lo mismo que un individuo que, desde la provincia de Almería, establecería contacto directo con los proveedores de las sustancias estupefacientes y que compareció en un juzgado andaluz.
La operación, que continúa abierta, estalló tras el abordaje de un velero recreativo de bandera española que había sido alquilado por los narcotraficantes gallegos para efectuar el transporte a través de la ruta del Mediterráneo Oriental. El Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco) de la Comisaría de Pontevedra llevaba meses siguiéndoles los pasos de cerca (había constatado al menos dos viajes más), hasta que logró interceptarles.
