""No me extrañaría que volviesen la violencia y los ajustes de cuentas. La cocaína ha entrado por doquier, hay una barbaridad". Un experto en la lucha contra el tráfico de sustancias estupefacientes en Galicia que prefiere mantenerse en el anonimato desveló a este periódico que el narcotráfico en las rías ha dado un cambio de rumbo y que, por varios motivos, la provincia de Pontevedra va camino de retomar un sendero que parecía olvidado. Los investigadores de la Policía Nacional y de la Guardia Civil corroboraron tales afirmaciones al estimar que el kilo de cocaína se vende a unos 27.000 euros, el precio más bajo desde 2006, cuando las bandas de lancheros lideradas por Patoco y Parido campaban a sus anchas por la Ría de Arousa.
La Fundación Galega Contra o Narcotráfico coincide en el diagnóstico. Su gerente, Fernando Alonso, se muestra tajante al afirmar que "si pensamos que esto está superado estaremos cometiendo un error histórico. Estas personas (los narcotraficantes), si hallan el mínimo resquicio, vuelven a meter droga, y parece ser que lo han encontrado".
LA PLANEADORA. Uno de los elementos que puso en alerta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado fue el hallazgo en junio de una impresionante planeadora, muy parecida a las utilizadas por los mencionados grupos de lancheros, en una zona apartada de A Costa da Morte. Algunas fuentes señalaron que estaba cargada de combustible y lista para partir a recoger un gran alijo. Otros aseguraron que la embarcación ya había cumplido con su misión: introducir miles de kilos de cocaína de extrema pureza en las rías gallegas.
Nada se sabe por el momento acerca de los dueños de la lancha, que debieron huir a toda velocidad, pues dejaron atrás cinco motores de 300 cv valorados en cientos de miles de euros. De la cocaína, ni rastro.
Las autoridades tienen constancia de la entrada de al menos un gran alijo tras el hallazgo de una planeadora en Camariñas
Sí se sabe que las organizaciones de narcotraficantes dedicados a vender la droga de otros aumentan día a día. El ejemplo más reciente fue el grupo desarticulado por las Udyco de Ribeira y Vigo y el Greco de Pontevedra la semana pasada, con seis detenidos con capacidad para distribuir unos 100 kilos al mes.
También se sabe que la calidad de la droga es de lo más variada, desde el 80 por cien (tal y como llega de Sudamérica) hasta cocaína con poco más de un 30 por ciento de pureza, lo que indica que está pasando por muchas manos.
"Ha habido una entrada más que notable de cocaína", subraya Alonso, que añade que "el mercado está sobradamente abastecido. Nos movemos en el terreno de la hipótesis, pues, al tratarse de un negocio ilegal, no existe un registro de entrada y otro de salida. El otro día vimos el hallazgo de la planeadora en A Costa da Morte que estaba vacía y que no se había hundido. Nada se supo de los fardos, lo que indica que la cocaína entró".
Por otra parte, el gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico alerta de que "se ha puesto de manifiesto que las Rías Baixas no tienen la exclusividad. Galicia es un punto de destino preferente para los grandes alijos y debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos con el máximo rigor. Pedimos vigilancia, porque si esto persiste pondremos en peligro todos los avances que hemos conseguido".
La reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal ata las manos a los agentes. "Solo nos queda la calle, como antiguamente"
MARCO LEGAL. El nuevo marco legal por el que se deben regir los investigadores desde la reciente reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal es, sin duda, un gran escollo a la hora de detectar las actividades de las organizaciones dedicadas al narcotráfico en las Rías Baixas. "Volvemos a lo de antes. Prácticamente solo nos queda la calle", señala otro especialista que prefiere no facilitar su identidad.
La capacidad económica de los grupos criminales les permite contar con sistemas de comunicación "indetectables" para las autoridades, más aún teniendo en cuenta la gran carencia de medios técnicos de éstos últimos.
"Hay una necesidad clarísima de redoblar la vigilancia y de dotar de medios a los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que realizan un trabajo fenomenal pero que no disponen de la tecnología que necesitan", señala Alonso.
La presencia de terceros países en la Unión Europea con una legislación muy liberal en la materia también está siendo perjudicial.
