José Luis Guerin: "Ser cineasta es una forma de pensar más que un oficio"

Las musas de José Luis Guerin han querido inspirar el nacimiento oficial del festival internacional de cine de Pontevedra. El director catalán, que impartirá un seminario sobre cine nuevo esta semana y protagonizará una retrospectiva, es el autor del film inaugural de Novos Cinemas
El cineasta José Luis Guerin, este martes, junto a un cartel promocional del festival de Pontevedra en la Casa da Luz
photo_camera El cineasta José Luis Guerin, este martes, junto a un cartel promocional del festival de Pontevedra en la Casa da Luz

En busca de John Ford, del pueblo irlandés en el que ambientó El hombre tranquilo, se fue José Luis Guerin (Barcelona, 1960) a principios de los 90 para rodar uno de sus primeros largometrajes, Innisfree. Esta semana se podrá ver en la retrospectiva que le dedica al autor el Festival Internacional de Cine de Pontevedra Novos Cinemas, que ha elegido además su último trabajo, La academia de las musas (Giraldillo de Oro a la mejor película en el Festival de Sevilla), para la jornada inaugural.

Su film inaugura un festival dedicado a óperas prima. ¿Qué tienen en particular esas primeras películas para los cineastas?

Quizás la osadía de la juventud. Me gusta el título del festival, ese concepto de novos cines. No tiene que ver exactamente con ser joven. Hay chicos jóvenes que hacen películas viejas y hay gente mayor que hace cine muy joven, muy nuevo. Aquí al lado tenemos un ejemplo en nuestro vecino Oliveira (el cineasta portugués Manoel de Oliveira, que falleció el año pasado a los 106 años).

¿Había osadía en sus primeras películas? ¿Se reconoce, por ejemplo, en las que proyecta el festival, ‘Innisfree’ y ‘Tren de sombras’?

Cuando piensas en las películas lo que recuerdas es el grupo de amigos de aquel momento, lo que te rodeaba. Nunca vuelvo a ver mis películas. Es un ejercicio de melancolía del que intento escapar. Estoy más a gusto con mis trabajos más recientes.

Se reconoce más en La academia de las musas, el film inaugural de este festival. En él vuelve a jugar a mezclar realidad y ficción. ¿Importa poco la verdad en el cine?

La verdad, la realidad, es algo que se valora subjetivamente. No tiene una única lectura. Esto que está pasando aquí al lado no está siendo lo mismo para ti que para mí. Cada uno tiene su punto de vista. En mi caso, llevo haciendo cine desde que tengo 15 años y hacía grabaciones en súper ocho. Tras mi primera película, Los motivos de Berta, que era una ficción pura, me acerqué al género documental. Desde entonces he venido manejando ese lenguaje. Desde luego, no es lo mismo que yo diga que tú eres una cleptómana en una película documental a que lo diga en una película de ficción. Del primer caso se pueden derivar incluso consecuencias penales. Del otro no. En mi caso, el cine que hago es ficción.

Esa confusión entre los géneros no es buscada entonces por el autor.

Nunca he competido con mis películas en festivales de documentales, por ejemplo. Pero es cierto que quizás el público se muestre confuso sobre si lo que está viendo es realidad o no. Eso es consecuencia del empleo de la técnica documental que efectivamente he adoptado en muchos casos y, junto con el trabajo con los actores, aporta una mayor credibilidad.

Como el protagonista de La academia de las musas, usted impartirá aquí aquí un seminario. ¿Que va a hacer en él, "predicar" como le recrimina uno de los personajes al profesor?

Sembrar dudas es lo que hago. Quizás hablar de cosas que nos interesan a los cineastas. Porque ser cineasta es una forma de pensar más que un oficio. No vengo aquí a comportarme como un maestro, sino más bien a hablar de cosas que nos preocupan a todos los que nos dedicamos a esto y que no se abordan desde el punto de vista teórico. Actualmente se ha producido un divorcio entre la crítica, los teóricos del cine, y los realizadores. Hemos seguido caminos distintos. No nos preocupan las mismas cuestiones desde hace tiempo.

Pero si usted mantiene una comunión constante con la crítica. Sus películas han sido premiadas y elogiadas desde hace años.

Nunca he hecho películas para complacer a nadie. Que a parte de la crítica le gusten mis películas está bien, pero no quiere decir que los valores que ellos encuentran en ellas sean los que me han motivado a mí. Y una crítica elogiosa no tiene porqué ser una buena crítica.

Óperas prima Me gusta esta idea de ‘novos cines’. No está exactamente relacionada con la juventud. Uno puede ser joven y hacer cine viejo» Retrospectiva No veo mis antiguas películas. Es un ejercicio de melancolía del que intento escapar» Realización Nunca he hecho películas para complacer a nadie. Y una crítica elogiosa no tiene porqué ser una buena crítica»

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