Las Fuerzas Armadas siempre han sido un gran polo de atracción para miles de españoles y súbditos sudamericanos que buscan en el Ejército una alternativa a un mercado laboral cada vez más complicado. Prueba de esa demanda es que para las 1.500 plazas de soldado y marinero que ha convocado el Ministerio de Defensa a nivel nacional se han presentado más de 24.000 jóvenes, lo que supone 16 aspirantes por cada vacante.
"Llevamos en esa media desde hace un par de años, porque hace cinco o seis, en plena incidencia de la crisis, se superaban los 40.000 candidatos en cada convocatoria", explica el capitán de fragata César Barros, responsable del Área de Reclutamiento de la Subdelegación de Defensa, que abarca Pontevedra y Ourense.
Uno de los factores que explican este desmedido interés por el acceso a Tropa y Marinería es que muchos graduados aprovechan esta vía para dar el salto a las escalas de suboficiales y oficiales, en vez de acudir a las respectivas oposiciones públicas. "Tienen la ventaja de que hay una serie de plazas reservadas para promoción interna, con lo que la competencia es menor. Además, aumenta el tope de edad para presentarse", subraya el coronel Ángel de Miguel, responsable de la Subdelegación de Defensa, que estos días registra un intenso trasiego de jóvenes llenos de ilusión.
La actual convocatoria comenzó el pasado 27 de mayo con las pruebas teóricas y continuará en septiembre con los exámenes físicos, médicos y psicotécnicos. "La temática es general pero con una ligera orientación específica", apunta César Barros.
Partipan 563 jóvenes de las provincias de Pontevedra y Ourense (el 10% son mujeres), que previamente se inscribieron a través de Internet (la opción más utilizada) o en la propia Subdelegación. Nada más terminar los test, conocerán la nota con la que competirán a nivel nacional, en la que un 30% se corresponde con los méritos (estudios, formación, carné de conducir, etc.) y un 70% con el resultado de responder a siete cuestionarios de 15 preguntas cada uno.
