A Canicouva

Campolongo y Monte Porreiro tendrán que reciclar su basura orgánica después del verano

El Concello instalará decenas de composteros comunitarios en ambos barrios para que sus vecinos depositen los restos de comida ► Mosquera asume que la puesta en marcha de la planta de A Canicouva sufrirá retrasos y estudia su encaje en el contrato de la basura
La Deputación asigna a siete de sus 18 'mestres composteiros' a Pontevedra para implantar el nuevo plan de recogida y tratamiento de la basura
photo_camera La Deputación asigna a siete de sus 18 'mestres composteiros' a Pontevedra para implantar el nuevo plan de recogida y tratamiento de la basura

Los vecinos de Monte Porreiro y Campolongo serán los primeros en estrenar el revolucionario plan de basuras de Pontevedra. Lo harán dentro de cinco meses, es decir, después del verano. Será a partir de entonces cuando estén obligados a reciclar todos sus residuos orgánicos: desde los restos de comida hasta cualquier tipo de deshecho vegetal. El Concello, que será el encargado de tutelar todo el proceso, instalará decenas de composteros comunitarios en ambos barrios para que sus habitantes depositen su basura doméstica. Con ella se producirá compost (abono natural), que se utilizará como fertilizante para los jardines públicos.

La puesta en marcha de este programa contará con el asesoramiento de los ‘mestres composteiros’ de la Deputación, que ha asignado a Pontevedra a siete de sus 18 profesionales. Estos se dividirán en tres equipos. Dos de ellos centrarán su trabajo en Monte Porreiro y Campolongo, un barrio este último en el que la asociación de vecinos ha reclamado su participación en el sistema de reciclaje. Las unidades de compostaje serán adquiridas por el Concello, que ultima los pliegos para contratar la compra de las mismas. La previsión inicial es que en Monte Porreiro se instalen depósitos en 20 puntos distintos, una cifra que en Campolongo será sensiblemente menor. La distancia entre los composteros comunitarios será similar a la que se aplica a los contenedores de basura convencional, es decir, unos 150 metros. 

De esta forma, se facilitará el acceso de los vecinos a los nuevos centros de reciclaje.

PLAN MUNICIPAL. El tercer equipo de ‘mestres composteiros’ se ocupa ya del diseño del plan municipal de basuras. En él se definirán cuestiones como el nivel de residuos que producen los ciudadanos, un dato fundamental para saber cuántos composteros (individuales y comunitarios) habrá que comprar y dónde habrá que instalar cada uno de ellos.

Este grupo de expertos, que están coordinados por Carlos Pérez, asesor de Residuos de la Deputación, también calcularán los costes económicos del nuevo servicio y cómo este influirá en el proyecto de la planta de compostaje de A Canicouva. El documento estará listo, como máximo, en dos meses. "É un tempo récord", subrayó ayer el concejal de Infraestruturas y vicepresidente provincial, Cesáreo Mosquera.

El edil nacionalista reconoció, por otra parte, que el centro de reciclaje de A Canicouva, al que se derivará una parte de la basura doméstica de Pontevedra, sufrirá retrasos. Es decir, que no estará lista en 2017, la fecha comprometida inicialmente. "Non nos preocupa se a planta bota a andar en 2017, 2018 ou 2019. Botará a andar cando todo estea atado e ben atado", dijo en referencia a la implantación del sistema de reciclaje en el resto del municipio.

El Gobierno local también estudia encajar la planta de compost, cuyo diseño volverá a reformularse para que sea "o máis pequena posible", en el contrato municipal de la basura, que finalizará el 30 de junio del año que viene.

En paralelo a esta iniciativa, el Concello prevé instalar entre este mes y principios del que viene los tres composteros comunitarios de la Deputación para la capital: dos para las calles Alemaña e Italia, en Monte Porreiro, y uno más en el lugar de Cabaleiro, en Campañó.

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