El Banco Santander deberá pagar 231.000 euros a una cocinera pontevedresa

Tras 21 años de litigios el juez obligó a la entidad bancaria a asumir la deuda de una empresa que quebró tras comprarle el restaurante a la afectada, Elena Argüello
Elena Argüello, este lunes
photo_camera Elena Argüello, este lunes

La historia de que David puede vencer a Goliat se ha vuelto a manifestar en Pontevedra. La Justicia acaba de darle la razón a la conocida cocinera Elena Argüello en un litigio que mantenía contra el Banco Santander, que deberá abonarle 231.000 euros procedentes de la venta de un restaurante que se produjo hace más de dos décadas y cuyo desenlace la mantuvo en vilo durante años.

"Para mí aún sigue la angustia. Yo no creí nunca que se iba a ganar, pero mi hijo me convenció de seguir adelante. Pasé 21 años muy nerviosa. Luché haciendo felices a los demás a través de la cocina. Trabajé con varias asociaciones, concellos y la propia Comisión Europea. Así fui ganando mi sueldo. Al estar entretenida lo fui pasando, pero fueron veintitantos años duros", declaró Argüello.

El problema surgió cuando la cocinera decidió vender su parte del histórico restaurante Rúa (asentado en As Corvaceiras entre los años 70 y 90). Argüello, asesorada por José Ramón Cao, su hijo, y por Juan Olegario Gil, solicitó al Banco Santander (entonces Banco Central Hispano) unos avales bancarios como garantía de pago por parte del comprador, una firma inmobiliaria. Esta empresa, que debía hacer frente a 27 letras de cambio por valor de unos 18 millones de las antiguas pesetas, se declaró insolvente tras abonar las nueve primeras, por lo que la cocinera se vio obligada a ejecutar los avales. Sin embargo, la entidad crediticia decidió no hacer frente a los pagos. El banco sostuvo que el director que otorgó los avales no lo hizo con todas las garantías necesarias, por lo que Argüello se quedó sin su dinero y tuvo que acudir a los tribunales.

La primera sentencia, por la vía penal, absolvió al citado director, pues "no se observó una actitud de engaño", según explica José Ramón Cao. Ello hizo que la pontevedresa siguiese sin cobrar a pesar de que se le daba la razón. Ya habían transcurrido más de diez años desde la venta. Como consecuencia del dictamen, Argüello insistió por la vía civil, y, pese a una primera sentencia desestimatoria, logró que le diesen la razón en la fase de apelación en el mes de octubre de 2015. Hace escasas fechas y pese a los intentos por parte del banco de retrasar los pagos, la sentencia se ha ejecutado. La cocinera percibió la citada cantidad, siendo 108.000 euros el capital y el resto intereses.

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