El acusado de abusar de su hijastro en Vigo alega que la madre indujo a mentir al menor

Los diferentes testigos han prestado testimonios opuestos contra uno u otro cónyuges en la vista oral

Un hombre acusado de un delito continuado de abusos sexuales a su hijo adoptivo ha negado este miércoles los hechos y ha alegado en su descargo que su exesposa "amenazó" al menor para que lo incriminase, durante el juicio celebrado en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo.

Este hombre, para quien el fiscal pide doce años de prisión, también ha asegurado que su exesposa lo había amenazado con arruinarle la vida y le había dicho que acabaría en la cárcel.

La madre del niño ha declarado como testigo -más tarde lo haría el menor a puerta cerrada- y ha argumentado que no denunció antes los supuestos abusos porque quería ver en el acusado al "marido perfecto" y buscaba tener "una familia feliz".

Según consta en el escrito de acusación, la pareja contrajo matrimonio en 2009, dos años antes de que el acusado adoptase al menor, y ella trasladó su residencia a Vigo acompañada de su hijo y un hermano.

El fiscal señala en su escrito que, sin que conste fecha concreta, pero al menos desde que el niño tenía siete años y hasta el cese de la convivencia marital, en 2013, el acusado le hacía tocamientos incluso cuando la madre estaba en casa.

Durante su declaración en la vista oral, la mujer ha incurrido en varias contradicciones, pues afirmó primero que los abusos se producían en su presencia y que a veces llegó a mediar para que cesaran, y luego lo negó y afirmó que se enteró por medio de su hermano, a quien el niño se lo contaba.

En varias ocasiones, la mujer rompió a llorar, siendo llamada al orden por el tribunal tras replicar a la abogada de la defensa que estaba "muy cansada" y que le estaba dando "muchas vueltas a la tortilla", y en un momento dado le preguntó a la letrada si tenía hijos.

El tío del menor, hermano de la madre, también ha comparecido en el juicio y ha refrendado lo expuesto por ella.

Ha indicado que en ocasiones escuchó al niño gritar cuando su padre adoptivo entraba en la habitación, y que su sobrino le contó que un día el acusado le puso una almohada en la cara y "casi lo ahoga".

Durante la instrucción, este testigo dijo que nunca vio marcas ni golpes en el niño, aunque este miércoles sostuvo lo contrario.

También ha declarado como testigo una vecina del matrimonio, que ha indicado que al niño "le gustaba mucho" estar con su padre, que era quien se encargaba de sus cuidados.

Esta vecina ha relatado asimismo que llegó a escuchar desde su vivienda cómo la mujer amenazaba a su exmarido y le decía "que lo iba a hundir, que se quería quedar con la casa y que él iba a acabar en la cárcel".

En la misma línea, la madrina de bodas de la entonces pareja ha asegurado que la mujer maltrató al hombre en varias ocasiones durante su convivencia y que éste aparecía con "los ojos negros y los brazos en cabestrillo".

Igualmente ha afirmado que la mujer también pegaba a su hijo y "lo pisaba", y siempre "tenía pendiente qué iba a hacer" cuando su esposo falleciese y "quién iba a quedarse con la casa" en la que residían.

Además, ha revelado que el niño le contó que su madre y él veían películas pornográficas y que fue testigo de momentos en los cuales amenazaba al menor para que dijese lo que ella creía conveniente.

Una amiga y compañera de trabajo del acusado ha opinado que la relación entre la madre y el niño "no era normal" y que ella hacía alusiones a temas relacionados con el sexo en presencia del menor.

La psicóloga y la médico forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia que se entrevistaron con el menor han indicado que su testimonio es "creíble" en una escala que va de altamente creíble a altamente increíble.

Las dos peritos han incidido en que no reconocieron en el niño ninguna "motivación secundaria" y que éste era consciente de que su madre "no hizo nada" para evitar los abusos e incluso "les restaba importancia", poniendo así "en tela de juicio" su comportamiento.

Han concluido que, aunque el menor no llega a hablar mal de su padre adoptivo, tampoco se desprenden de su relato "muchas interacciones positivas", y han destacado que llegó a manifestar que le daría una segunda oportunidad si dejase a un lado los actos "que le desagradaban y si daba dinero a su madre".

Por último, ha intervenido el orientador del colegio en el que estaba matriculado el niño, quien ha dicho que su relación con su padre adoptivo era buena y que no vio, durante las entrevistas que mantuvo con el menor, "ningún indicador de abuso sexual".

El juicio continuará el próximo miércoles 13 de abril.

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