Barcelos ofertará de nuevo dos unidades de infantil

Una zonificación escolar con miras al futuro de la ciudad del Lérez

El CEIP Vilaverde pierde espacios de referencia por Mourente y Loureiro Crespo que se reparten entre los colegios de Monte Porreiro, Príncipe Felipe y Vidal Portela. El CEIP Barcelos gana terreno por Benito Corbal y también hacia la Alameda

En los últimos meses se ha hablado mucho de la zonificación escolar en Pontevedra. Sobre todo porque esta fue una cuestión que pusieron sobre la mesa determinados colegios ante la pérdida de aulas de infantil, que achacaban a la mala repartición de la ciudad la falta de alumnado en determinados centros escolares.

Ante las reivindicaciones, manifestaciones y continuas protestas de los padres, la Xunta se puso manos a la obra y ha elaborado una propuesta para un nuevo mapa de zonificación escolar que pretende contentar a todos. Con este documento, lo que se ha buscado es realizar una nueva repartición de las zonas asignadas a cada colegio, valorando las zonas de expansión de la ciudad y tratando de realizar "una propuesta equilibrada, con criterio. Teniendo en cuentas las necesidades que pueden surgir en un futuro por las áreas de expansión de la ciudad, que en la actual zonificación no están contempladas, y tratando de beneficiar a todo el mundo", comenta Román Latas, inspector de Educación y una de las personas que estuvo al frente de la elaboración de este documento.

Cabe decir que la parte ‘gruesa’ del documento se ha mantenido y que los cambios de centro se limitan a determinadas calles. "Y esto no quiere decir que cada padre pueda pedir el centro que desee", matiza Latas, que explica que aunque el centro educativo que los padres quieren de primera opción no se encuentre en su área de influencia pueden solicitarlo igualmente, aunque no contarán con los cinco puntos máximos que se les otorgaría si fuese su zona de referencia.



CAMBIO. El principal cambio que presenta la propuesta del mapa de zonificación es que el reparto no se realice por el número de la vivienda, sino por la acera en la que está situado el piso. Por ejemplo, en el caso de Fernández Ladreda, todas las viviendas que se encuentran en la acera del edificio administrativo de la Xunta de Galicia tendrían como colegio de referencia el San Martiño de Salcedo, mientras a los pisos que se sitúan al otro lado de la carretera se les asignaría el Crespo Rivas y Campolongo.

Lo mismo sucede en Benito Corbal. Toda la acera del antiguo Gran Garaje, se la llevaría el CEIP Álvarez Limeses, mientras la acera de enfrente es asignada al colegio de Barcelos, un centro que ampliaría también territorio hacia la Alameda, Centro Histórico y Reina Victoria y por Loureiro Crespo hasta el antiguo cuartel de la Guardia Civil. El siguiente tramo de esta calle también contempla cambios y con la propuesta de Educación y pasaría a distribuirse entre cuatro centros educativos.

La acera del antiguo cuartel de la Guardia Civil, desde ese edificio hasta la calle Ángel Amor Ruibal se asignaría al CEIP Vidal Portela y desde esa calle, toda la acera de la Avenida de Lugo y la posterior carretera de Ourense se asignaría a Monte Porreiro (EEI Fina Casalderrey y CEP Marcos da Portela), incluyendo todo Valdecorvos. El Vilaverde se quedaría así sin esta última zona y sin el entorno de Montecelo, que pasaría al CEIP Príncipe Felipe, pero mantendría toda A Parda hasta la calle José Adrio Barreiro (pasarela del tren) y toda la acera del antiguo Asilo de la calle Loureiro Crespo, Avenida de Lugo y carretera de Ourense.

El Álvarez Limeses, como se indicó anteriormente, pierde toda una acera de Benito Corbal y también el Gorgullón, que pasaría a asignarse al Crespo Rivas/Campolongo. Éste último, a su vez, pierde también toda una acera de Fernández Ladreda en favor del CEIP San Martiño de Salcedo.

"En el Crespo Rivas, por ejemplo, siempre se quedan unos diez niños fuera", comenta Ramón Latas


Con estos cambios, lo que se busca es restar saturación a determinados centros escolares que todos los cursos lectivos reciben mucha más demanda de plazas de las que ofertan. Se trata, concretamente, de los colegios Vilaverde, Álvarez Limeses y Crespo Rivas. Y, entre los concertados, el Sagrado Corazón de la calle Estrada. Cabe resaltar que los concertados disponen de una zonificación diferente a la de los centros públicos.

NIÑOS FUERA. "En el Crespo Rivas, por ejemplo, siempre se quedan unos diez niños fuera", apunta Latas, que asegura que realizar un reparto de la ciudad resulta una tarea muy ardua, pues "hay que tener en cuenta que en un radio de apenas 200 metros hay tres colegios: el Álvarez Limeses, el Barcelos y el Vidal Portela, y no hay mucho margen para jugar con las zonas que deberían corresponder a uno y a otro", comenta.

Así, lo que ha primado para la nueva distribución del mapa escolar es que los chavales tengan que cruzar calles lo menos posible para acudir a su escuela y que así el acceso al centro les resulte más fácil. También se ha tratado de repartir el alumnado entre centros que históricamente tenían menos demanda, como los de Monte Porreiro, el Príncipe Felipe o los de Salcedo (San Martiño y Cabanas).

En la distribución de las zonas también se han valorado aquellos espacios que serán punto de expansión en la ciudad, como Valdecorvos o A Parda, en la que sigue prevista la construcción de nueva vivienda, intentando realizar una zonificación "para el futuro, y no centrándonos sólo en el momento actual", apunta Latas.

La propuesta de zonificación queda ahora a la espera de las ideas que presenten los centros escolares, que deberán hacer aportaciones consensuadas entre ellos, por lo que ya está prevista una reunión de directores. El nuevo mapa no se comenzará a aplicar hasta el curso escolar 2017-2018.