El fuerte viento provoca la caída de la cubierta de un edificio en Pontevedra

Los servicios de emergencias acordonaron las calles cerca de la Glorieta de Compostela, donde se produjo el suceso. Pontevedra fue la provincia en la que el 112 atendió más incidencias

El temporal que azota Galicia este fin de semana ha dejado incidentes en la ciudad de Pontevedra. Las lluvias, y sobre todo los fuertes vientos han llegado con fuerza a la capital pontevedresa este sábado. Parte de la cubierta metálica de un edificio situado en una de las zonas más comerciales de Pontevedra, la Glorieta de Compostela, se desprendió y obligó a la Policía Local y a los Bomberos a acordonar varias calles de la ciudad por cuestiones de seguridad.

El suceso se produjo poco antes de las cuatro de la tarde de este sábado, cuando varias planchas de grandes dimensiones que, según testigos presenciales, llevaban moviéndose toda la mañana, terminaron por desprenderse y cayeron a la calle Peregrina. El fuerte viento que sopla en Pontevedra desde este mediodía provocó que estas piezas metálicas acabaran a más de diez metros de distancia del edificio.

Por el momento no se ha tenido constancia de ningún incidente en el que se viera inmerso alguna persona pero se aconseja que se extremen las precauciones durante todo el fin de semana.

Los sucesos más destacados tuvieron que ver con el mobiliario urbano. Contenedores de basura, árboles e incluso alguna valla publicitaria se presentaron como las únicas víctimas de un temporal que la Xunta de Galicia había subido a alerta naranja este mismo viernes.

Las fuertes rachas de viento se dejaron ver en la playa de A Lanzada, donde llegaron a los 110 kilómetros por hora, y en Fornelos de Montes, donde se registraron rachas de 104 kilómetros por hora.

PROVINCIA CON MÁS INCIDENCIAS. La provincia de Pontevedra es la que ha sufrido este sábado más incidencias que fueron atendidas por el 112, llegando hasta las 69. Le siguen A Coruña, con un total de 62, en Lugo se registraron 30 y en Ourense tan sólo cinco.

En cuanto al oleaje, los barcos permanecieron al abrigo en muchas rías, como la de Vigo, no así alguno de los más fieles seguidores del carnaval, que se atrevió a sumergirse en las aguas pontevedresas disfrazado de tiburón -a falta del desfile, que tuvo que ser aplazado-, o de los surferos con más ganas de emoción que se dejaron ver en la playa de Patos, en esta provincia.

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