El Concello declarará el edificio de Michelena en estado de ruina

Los propietarios de la construcción, que será la cuarta en recibir esta catalogación urbanística desde 2006, estaban obligados a pasar la ITV municipal este mismo año
Fachada del edificio calcinado visto desde A Ferrería
photo_camera Fachada del edificio calcinado visto desde A Ferrería

El Concello de Pontevedra declarará en ruinas el edificio que fue devorado por las llamas el pasado lunes en el casco viejo, entre las calles Michelena y los Soportais de A Ferrería. Lo hará de oficio, es decir, adelantándose a los propietarios y con el visto bueno previo de la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural de la Xunta. Responsables de la Concellería de Urbanismo explicaron ayer que antes de iniciar este trámite será necesario disponer de los informes del Servizo de Extinción de Incendios y del departamento de Arquitectura que, entre otras cuestiones, incorporarán al documento las posibles causas del incendio y el grado de afectación al inmueble.

Las mismas fuentes informaron de que la construcción, que se vino abajo por el efecto del fuego, tenía que pasar la denominada ITV municipal este mismo año. Se trata de una revisión técnica que el Concello obliga a realizar a los dueños de los edificios de más de medio siglo de vida para garantizar la seguridad de los mismos. En ella se inspecciona el exterior de las viviendas y su interior, incluyendo instalaciones eléctricas.

Los que sí superaron la ITV fueron los propietarios de inmuebles colindantes al siniestrado. Lo hicieron en 2015, cumpliendo con el calendario que el Gobierno local introdujo en la normativa urbanística que entró en vigor el año pasado para garantizar la seguridad de las construcciones más antiguas de Pontevedra. Esta circunstancia, apuntan fuentes del Concello, habría frenado la hipotética propagación del fuego.

La declaración en ruinas obligaría a los propietarios del edificio calcinado, que sería el cuarto en recibir esta clasificación desde 2006, a rehabilitarlo y a llevar a cabo las medidas necesarias para garantizar la seguridad de su estructura para no afectar a terceros. Esta situación no supondría, en la práctica, la inmediata reforma del mismo. Un caso similar es el Pazo Mariño de Lobeira, en la calle César Boente, que fue declarado en ruinas hace cinco años y aún no ha sido reformado.

En todo caso, las obras que se ejecuten serán supervisadas por Patrimonio, que decidirá si la reconstrucción interior deberá mantener la estructura original, de madera en su mayor parte. Lo que parece seguro es que la galería exterior, que se desplomó en el incendio, tendrá que recuperarse.

La catalogación como ruina va aparejada al desalojo de los inquilinos de la construcción y a la revisión a la baja del IBI.

La declaración en ruinas obligaría a los dueños a rehabilitar el edificio y a garantizar su seguridad para no afectar a terceros

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