Piden en Raxó que se mejore la seguridad en la PO-308 con aceras

Más de 200 personas se manifestaron en Raxó para que se dote con medidas de seguridad el tramo de la carretera en donde falleció hace un año la vecina Ana María Gómez
Atrapados por el dolor y la indignación. Así se mostraron este domingo los familiares de Ana Gómez, que encabezaron la marcha pidiendo aceras en la PO-308
photo_camera Atrapados por el dolor y la indignación. Así se mostraron este domingo los familiares de Ana Gómez, que encabezaron la marcha pidiendo aceras en la PO-308

Más de 200 personas se reunieron este domingo en Raxó al pie de la PO-308 para asistir a la manifestación convocada por la familia de Ana María Gómez, la mujer que murió hace un año, tras ser arrollada por un turismo que se salió de esta misma carretera a la altura de su casa. La convocatoria se produce porque, en su día, tras la enorme pérdida sufrida, esta familia se fijó como reto conseguir que la Administración mejore la de seguridad en este tramo, en donde quedó más que patente la precariedad del vial.

En la concentración del domingo los vecinos recorrieron el mismo trayecto por el que se habían manifestado un año antes. La emoción de la familia de Ana María, cuya madre e hijos encabezaron la comitiva, fue patente de nuevo en esta ocasión. A pesar de que no han faltado reuniones en las que se trató el asunto, los vecinos denuncian que un año después de aquella tragedia, Raxó sigue sin aceras. "Tenemos el compromiso de la Xunta de que se construirán en cuanto se pongan a disposición los terrenos, pero el Concello no ha dado el paso", señaló la hija de la fallecida, Azucena Rodas, quién leyó un manifiesto y recordó que "no pararé hasta que consiga que esta carretera tenga aceras".

"No queremos limosnas ni obras faraónicas (...), sino lo mínimo que debe tener una sociedad: seguridad", clamó Azucena Rodas

MANIFIESTO. "Hace un año, mis hermanos y yo perdimos a nuestra madre" empezó, emocionada, la joven. "Un año, desde que mi familia sufrió una pérdida terrible, pero no fuimos los únicos: Raxó también perdió a una luchadora incansable por los vecinos", apostilló. Azucena, rodeada de su abuela, sus hermanos y sus tíos, que estaban embargados por el dolor, recordó que ellos habían asumido el reto de continuar "la lucha de mi madre por conseguir que los vecinos de Raxó puedan salir de casa sin arriesgar la vida, para que puedan hacer algo cotidiano, como volver del colegio o ir a hacer la compra con seguridad".

LA FOTO. La joven explicó también que, hasta el momento, "aunque muchos políticos se han acercado a hacerse la foto y han salido muchos titulares en prensa", no se puede considerar que la construcción de las citadas aceras esté próxima, motivo por el que recordó que "no queremos ni limosnas, ni obras faraónicas" y que "no pedimos lo imposible, sino lo mínimo que debe tener una sociedad: seguridad, para que nadie más tenga que perder a una madre, a una hija o a un amigo en esta carretera".

La Xunta se comprometió a actuar en el momento en que le entregasen los terrenos, pero la cesión o expropiación no se produce

Azucena Rodas indicó que, pese a la multitud de reuniones mantenidas desde el accidente que segó la vida de su madre, hasta el momento, el único gesto realizado por la Administración para mejorar la seguridad vial de cara a los peatones en esta zona fue "la colocación de unas bandas rugosas que ya se están levantando y de unos topes de plástico".

En la zona la carretera carece de aceras, por lo que los vecinos deben ir por el arcén a realizar sus gestiones. Además existen otras limitaciones como la sinuosidad del trazado. De hecho, la madre de la joven ni siquiera estaba en el arcén cuando sucedió el accidente, sino que se encontraba dentro de la parcela de la vivienda, lavando un coche, algo que no impidió el fatal desenlace. En la zona se habían producido siniestros en otras ocasiones y Ana María Gómez llevaba años denunciando la situación.

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