"Estaría bien hacer 'bluf' y que desapareciesen el odio y la intolerancia del mundo"

"En mi próxima reencarnación me he pedido ser mago otra vez"

'Magia potagia es el título del espectáculo que Juan Tamariz ofrece este viernes en el Pazo da Cultura de Pontevedra. El emblemático maestro del 'tatatachán' promete sorpresas, diversión y todo su buen hacer con el objetivo de que el público "salga con más energía para luchar en su día a día"
El mago Juan Tamariz
photo_camera El mago Juan Tamariz

Entre entrevista y entrevista, a punto de coger un avión para viajar a Pontevedra, Juan Tamariz demuestra la misma simpatía y amabilidad que derrocha en cada uno de sus shows. El hecho de ser uno de los mejores magos dentro y fuera de las fronteras españolas, de atesorar cuatro décadas de experiencia y de haber conseguido importantes reconocimientos (entre otros muchos, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y el Primer Premio Mundial de Cartomagia en París) no han mermado su modestia, cercanía y su sentido del humor.

Magia potagia recoge algunos de los mejores números de su carrera, pero 40 años dan para mucho. ¿Qué se encontrará el público esta noche?

No solo es una selección de juegos clásicos míos, sino que también hago algunos estrenos y variantes. La idea siempre es tratar de conseguir que los espectadores se asombren y sientan el aleteo del misterio de los sueños hechos realidad y que se diviertan, que nos riamos juntos y podamos salir del espectáculo con más energía y alegría para luchar con las dificultades del día a día, que en esta época son muchas.

El humor siempre ha sido parte importante de sus espectáculos.

Bueno, yo no cuento chistes, pero me hace muy feliz poder compartir la alegría que tengo cuando estoy actuando.

Su pareja, Consuelo Lorgia, también forma parte del show. ¿Cuál es su papel?

Es una maga muy reconocida desde siempre y en Colombia, de donde es ella, todo el mundo conoce su nombre. En este espectáculo participa haciendo un segmento sola y en algún momento hacemos algún juego colaborando los dos. Me ha dicho que va a hacer algo de telepatía y transmisión mental, aunque a mí me da un miedo horroroso convivir con alguien que me lee el pensamiento.

"Magia potagia no es solo una selección de juegos clásicos míos, sino que también hago estrenos y variantes"

Y en un auditorio grande como el Pazo da Cultura, ¿se puede hacer igual magia de cerca?

Sí. Durante casi la mitad del espectáculo ponemos un proyector con una cámara pequeña y una pantalla que recuerda a la luna del gran Méliès, en la que se muestra lo que sucede sobre la mesa. El espectador que está en la fila 40.000 lo puede ver perfectamente, con lo cual, todos participamos de la magia de cerca, tan íntima y bella.

La interacción con el público es fundamental en sus números. ¿También lo será esta noche?

Sí. Pero yo no obligo a nadie a subir al escenario. Pregunto si alguien quiere venir y, una vez que está arriba, no le hacemos ninguna broma mala. Normalmente la mayoría de la gente quiere participar y lo pasa muy bien.

¿Y si la persona que participa no responde como usted esperaba? ¿Cómo se sale de una situación así?

Una de las cosas hermosas de la magia es que hay un poco o un mucho de improvisación. Un juego empieza de una manera y, gracias a la participación del espectador, puede hacerme variar el desarrollo y terminar de un modo tan distinto que yo mismo me quedo pasmado. Eso le da un encanto especial, el hecho de que no sea algo escrito y siempre igual, sino que cada día es diferente.

¿Qué es lo que más le gusta de su profesión?

Los naipes. Siempre llevo una baraja en un bolsillo. Bueno, una de las reencarnaciones, porque para mí son siempre la misma aunque las vaya cambiando continuamente. Con esos 52 cartoncillos me siento feliz. Entiendo que tienen todo un trasfondo de simbolismo, representan el juego, el azar, incluso la adivinación. Yo me emociono con ellas en la mano y me siento feliz.

¿Sigue ilusionándose con la magia de la misma manera que cuando empezó en ella, hace 40 años, o es una profesión en la que uno se va quemando o que va generando cierto cansancio?

Yo ya tuve una reencarnación anterior de mago y para la próxima me he pedido ser mago otra vez, aunque para la siguiente me he reservado ser pianista. No solo no han bajado las ganas y la ilusión, sino que van creciendo cada vez más.

"Este es un momento extraordinario para la magia, porque en épocas de crisis nos gusta ver sueños e imposibles realizados"

¿Y hay algo en su profesión que le disguste?

Que a veces no tengo el tiempo que necesito para preparar, entrenar, inventar, soñar y transmitir esos sueños. Pero como me queda una reencarnación y media, lo iremos haciendo.

¿Qué consejos le daría a alguién que quiera dedicarse a la magia?

Yo nunca doy consejos. El único que doy es: no me hagas caso. Y suele funcionar muy bien. El domingo pasado, en Santiago de Compostela, se celebró un seminario con magos profesionales de Galicia. Nos reunimos y durante unas horas hicimos charlas, perfeccionamiento y transmisión mutua de conocimientos. Los magos nos llevamos muy bien y, en ese sentido, estamos muy a gusto.

¿Un mago nace o se hace? Es decir, ¿hay personas que tienen un talento innato para esto o es una cuestión de aprendizaje y práctica?

Yo estoy seguro de que, al menos yo, he nacido. Desde que tenía cuatro o cinco años tengo esta pasión, supongo que porque habré visto a algún mago o maga que me habrá fascinado. Y luego hay que dedicarle mucho cariño, pasión... y tener un fuego interno que no se apague y dé la fuerza para transmitir ese amor.

¿Hay que dominar otras áreas como la psicología o la física para ser un buen mago?

La psicología es fundamental para interactuar con el espectador: cómo reacciona, qué camino quiere seguir, dónde se concentra... Todo eso es fundamental para que disfruten él y el resto del público. Y en algunas especialidades también influyen mucho la manipulación o la digitación, que antiguamente se llamaba prestidigitación, aunque lo que yo hago se centra más en la parte psicológica, sensible, poética, la dramatización de la sorpresa, el suspense...

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