Oleada de robos en garajes de Pontevedra

Un experto ladrón forzó la entrada de cuatro inmuebles y destrozó los cristales de al menos diez vehículos. Empleó guantes y un destornillador para acceder a los coches en Loureiro Crespo, Javier Puig, Joaquín Costa y Xoán Carlos I
Un vecino de Loureiro Crespo muestra el estado de su vehículo tras el robo
photo_camera Un vecino de Loureiro Crespo muestra el estado de su vehículo tras el robo

Los ladrones volvieron a campar a sus anchas en la noche de este miércoles en la ciudad del Lérez. Un número indeterminado de ellos, tal vez un solo caco, según los investigadores, protagonizaron una espiral de asaltos a garajes en busca de objetos de valor en varios enclaves de la capital provincial. Xoán Carlos I, lugar de presencia habitual de los expertos en asaltar áreas de estacionamiento privado y trasteros, volvió a estar entre los objetivos de los sospechosos. Sin embargo, la madrugada de este miércoles registró una novedad: los ladrones se atrevieron a perpetrar sus fechorías a pocos pasos de la Comisaría Provincial, en pleno centro, en garajes de Javier Puig, Loureiro Crespo y Joaquín Costa, todos ellos a unos 150 metros de distancia de las dependencias policiales.

Los vecinos de los inmuebles afectados se percataron de lo ocurrido a primera hora de la mañana, cuando se disponían a salir de casa para trabajar. "Es extraño, han entrado en coches muy distintos", relataba uno de los afectados, vecino de Javier Puig. En su inmueble, los cacos apostaron por forzar la cerradura (eléctrica y muy fácil de dominar por un ladrón con una mínima pericia, según explicaron los investigadores a este periódico). A continuación se dirigieron al segundo sótano, el más lejano a la calle, para, con la ayuda de un destornillador o un objeto similar, acceder a tres turismos después de fracturar las ventanillas del lugar del acompañante.

La Policía Científica acudió al lugar en busca de alguna huella, pero antes ya había ido a un edificio muy próximo al anterior. En Loureiro Crespo, justo enfrente del Hospital Provincial, los ladrones rompieron los cristales de dos Mercedes y, tras revolver las guanteras y otros compartimentos del interior, abandonaron el lugar sin dejar rastro.

Tampoco dejaron marcas de su presencia, más allá de los cristales rotos y los desperfectos en cerraduras e interiores de los coches, en los garajes asaltados en Joaquín Costa y en Xoán Carlos I. El modus operandi fue el mismo que el relatado anteriormente e, igual que en los otros casos, los asaltantes no encontraron objetos de valor en los turismos.

«Lo peor son los daños y las molestias que nos han causado», relató otro de los afectados, consciente de que el seguro se hará cargo de las reparaciones.

En total, la Policía Nacional de Pontevedra maneja por el momento diez denuncias procedentes de los cuatro garajes mencionados, aunque no se descarta que el ladrón o ladrones hubiesen perpetrado algún robo más aprovechando la impunidad de la noche en la madrugada de ayer.

POCAS PISTAS. Los miembros de la Brigada Provincial de Policía Científica que se desplazaron en la mañana de ayer a los lugares en los que actuaron los ladrones se fueron con pocas pistas.

Los investigadores hicieron uso de reactivos en busca de huellas dactilares en los pomos de las cerraduras y detectaron marcas que dejaban entrever que el ladrón había empleado guantes para llevar a cabo los asaltos.

Por ello y por la ausencia de cámaras de seguridad en los cuatro garajes que fueron asaltados parece difícil hallar una pista fiable acerca de los posibles autores de los hechos. Los agentes cuentan, eso sí, con otros indicios sobre los que trabajar.

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