La concelleira de Educación, Sandra Fernández Agraso, remitirá a la Xunta de Galicia una tercera petición de reunión con el conselleiro Román Rodríguez para poner en su conocimiento la deficiente situación en la que se encuentra el colegio Cruceiro de Vilalonga.
Fernández Agraso le quiere exponer al conselleiro dos problemas relativos al centro: uno de salubridad para los niños y otro que tiene que ver con el mal estado estructural del colegio.
Una de las principales preocupaciones de la concelleira, en cuanto a la salubridad, tiene que ver con las palomas y su acceso a la cubierta del centro escolar. Las continuas deposiciones y las dificultades para su eliminación podrían acabar por hacer ceder el falso techo, situado sobre las aulas de los alumnos.
"Estamos falando dun centro escolar no que ademáis de velar pola calidade educativa dos rapaces tamén temos que garantir unhas condicións de hixiene básicas que permitan unha aprendizaxe cómoda", explicó Fernández Agaso, quien a los problemas con las palomas añade el acceso que los roedores tienen a determinadas aulas de Infantil o la humedad que rezuma en las paredes del centro y que incluso impregna los mandilones de los niños.
La concelleira de Educación quiere que Román Rodríguez sea conocedor de esta realidad, por lo que su intención, cuando la reciba, es invitarlo a visitar personalmente el centro y que así pueda comprobar directamente las carencias estructurales con las que tienen que convivir diariamente alumnos y profesores. "Quérolle contar que é necesario cortar a auga tódolos días no centro escolar porque senón, as fugas nas tuberías fan que pola mañán apareza inundado".
Pero este no es el único problema. Los aseos de los profesores están inutilizados por una deficiente evacuación; el mal estado de las ventanas de las viviendas anexas repercute en humedades y olores en las aulas; los roedores destrozaron las cajas de las persianas, de madera; el mal estado de la instalación eléctrica impide que en algunas aulas se puedan implementar las nuevas tecnologías; diferentes espacios del centro presentan grietas tanto horizontales como verticales muy llamativas, y las averías en fontanería son constantes.
Las carencias no son nuevas. El Cruceiro arrastra un problema de años y desde hace un lustro se ha reducido el gasto en mantenimiento, a la espera de un nuevo colegio que tampoco acaba de concretarse.
