Piden en Pontevedra una convivencia justa por el Día de la Parálisis Cerebral

Amencer Aspace conmemoró este miércoles la fecha en la ciudad lerezana con la lectura de un manifiesto en defensa de los derechos de las personas que sufren esta enfermedad
Usuarios de Amencer Aspace, este miércoles, en la Praza de España
photo_camera Usuarios de Amencer Aspace, este miércoles, en la Praza de España

"Tenemos sueños y aspiraciones, sabemos cuándo tenemos frío y calor, tenemos muy claro cómo y con quién queremos vivir, nos enamoramos, deseamos y podemos trabajar". Hablan alto y claro y conocen de sobra al público al que lanzan su mensaje y entre el que se quieren hacer oír: las personas sin discapacidad. Los usuarios de Amencer Aspace se concentraron este miércoles en la Praza de España para celebrar el Día Mundial de la Parálisis Cerebral, y lo hicieron mediante la lectura de un decálogo redactado por la Confederación Aspace con el objetivo de salvaguardar la autodeterminación de las personas con parálisis cerebral.

El texto pretendía concienciar a todas aquellas personas que no padecen esta enfermedad de que no existen barreras y de que para lograr una convivencia "sana y justa" es necesario "respetar nuestra autodeterminación y voluntad". Una de las primeras pautas aportadas por la Confederación Aspace está relacionada con el trato que se les da a las personas con parálisis cerebral. En este sentido, el colectivo hace especial hincapié en que "tener dificultades comunicativas no implica discapacidad intelectual, por lo que no es necesario dirigirse a nosotros como a un niño". Entienden que la sobreprotección va acompañada, a menudo, de buenas intenciones, pero un exceso de la misma puede privar a las personas de tener la oportunidad de equivocarse. Las personas con parálisis cerebral destacan que "el valor de nuestras decisiones viene del hecho de que son nuestras, queremos que nos ayudes a elegir por nosotros mismos, además de que queremos participar en las decisiones familiares como un miembro más".

Otra de las barreras que este colectivo quiere evitar a toda costa es la «incapacidad jurídica». Para ello, la Confederación Aspace considera imprescindible que las personas con parálisis cerebral reciban todo el apoyo necesario para que se garantice su autodeterminación.

En cuanto al acceso a una vivienda, la asociación quiere transmitir que es lógico que "queramos vivir en pisos tutelados, con nuestras parejas o compañeros de piso. Esto es solo una mera cuestión de recursos". Asimismo, hacen especial hincapié en las residencias, ya que creen que "estas deben dirigirse hacia modelos más normalizados: de menor tamaño, situadas en núcleos urbanos y no en la periferia".

Otra de las cuentas pendientes para este colectivo es la gestión de los centros que prestan apoyo a las personas con parálisis cerebral. En este sentido, Aspace ve necesario impartir formación para que puedan ser miembros de pleno derecho de las juntas directivas y ser socios de la misma. "Querríamos poder optar a los puestos laborales de los centros y ser preparados para ellos", afirman.

Una apuesta real y firme por la figura del asistente personal es el punto que pone fin a un decálogo que se postula como un alegato en defensa de los derechos de todas las personas, pero, sobre todo, de la propia independencia de las mismas.

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