Una década soñando

El Sincronizada Pontevedra cumple su décimo aniversario en el mejor momento de su existencia y con cerca de ochenta niñas que garantizan la progresión de una entidad que busca consolidarse como una referencia de su deporte
Equipo de Sincronizada Pontevedra
photo_camera Equipo de Sincronizada Pontevedra

Hace una década la natación sincronizada no existía en la ciudad del Lérez. En España comenzaba a estar de moda a raíz de los por entonces incipientes éxitos de la ‘tropa’ de Anna Tarrés, por lo que un grupo de personas comenzó a unir sentimientos a través de un club, el Sincro Pontevedra, que cumple en esta temporada, la 2015-2016, su decimo aniversario. En aquel entonces lo formaban apenas 20 niñas, pero hoy son más de 80. A lo largo de los años se han ido formando y aumentando de categoría, ganando cada vez más experiencia.

El club está formado por niñas y chicas de edades comprendidas entre los 6 y los 18 años, que a su vez ocupan, por un lado, las categorías base (I, II y III, IV), las más pequeñas, y por otro los niveles alevín, infantil y juvenil, correspondientes a las chicas que compiten a nivel nacional.

Como club cuentan con una serie de principios y objetivos. Lo principal es tener hábitos de vida saludables, además de crear un círculo social más de relación, donde posteriormente poder lograr objetivos deportivos. «Las niñas hacen amigas y entienden la sensación de grupo, es una labor en equipo donde el trabajo y los resultados de las coreografías son comunes. Es realmente importante la integración de grupo, si falla una fallan todas», comentó su presidenta hace algún tiempo.

Teresa Pérez reconoce además el mérito de mamás y papás, que juegan un papel muy importante, "tanto por el hecho de traerlas y llevarlas los días de entreno como también a nivel motivacional, sobre todo en las más pequeñas".

El club, además, introdujo hace un par de temporadas un método de enseñanza basado en la psicología deportiva. Un psicólogo se ocupa de las jóvenes enseñándolas a perder el miedo a la competición, trabajar en grupo y ganar en motivación. Los resultados se traducen en que las niñas están más animadas e implicadas, además de que reaccionan mejor en competición y tienen mayor sensación de grupo.

La natación sincronizada no es un deporte fácil, requiere de un esfuerzo, una disciplina y un trabajo que no siempre son valorados. A simple vista puede parecer simple y propio de chicas virtuosas, esbeltas nadadoras que se mueven en el agua rítmicamente; ya que todo parece fluir al ritmo de la música. Pero detrás de esto se encuentran muchas horas de sacrificio.

El club, después de los éxitos del ejercicio anterior, comienza este año su décima temporada, en la que las expectativas son terminar el ciclo y competir en nacionales. "Cada vez vamos alcanzando mejores puestos, nadadoras gallegas ya han llegado a quedar finalistas", comentan responsables de la entidad.

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