La sonrisa que ilumina una fábrica entera

Uxía López, una niña de tres años que nació sin mano izquierda, visitó Ence después de que la empresa respaldase económicante las dos operaciones que le permiten tener una mano biónica
Antonio Casal, director de la fábrica de Ence, junto a la pequeña Uxía y la madre de ésta, Nuria
photo_camera Antonio Casal, director de la fábrica de Ence, junto a la pequeña Uxía y la madre de ésta, Nuria

Una niña de tan solo tres años es capaz de iluminar con su sonrisa una fábrica. La felicidad que transmite el rosto de Uxía López Cobo alumbró por sí sola las instalaciones de Ence, que visitó acompañada de algunos familiares para agradecer al equipo directivo de la pastera la ayuda que le ha prestado y que le ha permitido efectuar un cambio trascendental en su vida.

Uxía, que el 7 de febrero de 2016 cumplirá cuatro años, nació sin la mano izquierda por un problema congénito. La solución ideal pasaba por colocarle una mano biónica controlada a través de unos electrodos implantados en el cerebro.

La familia de la pequeña, que reside en Quiroga (Lugo), era consciente de que para lograr este objetivo tendría que moverse mucho, llamar a muchas puertas y promover iniciativas con las que recaudar los fondos necesarios para afrontar las costosas intervenciones quirúrgicas y los ajustes de la mano funcional al crecimiento de Uxía.

El curro benéfico de la Rapa das Bestas que tuvo lugar en Sabucedo (A Estrada) el 7 de julio de 2013 recaudó 2.000 de los más de 25.000 euros que precisaba Uxía para sufragar el coste de la primera de las operaciones a las que se sometió Uxía en Barcelona. Fue entonces cuando Ence se cruzó en la vida de la pequeña para aportar los 8.000 euros que faltaban para completar el importe de la intervención, ya que el resto se había recaudado en el curro de Sabucedo y mediante distintas iniciativas y gestiones efectuadas por la familia.

Nuria Cobo, la madre de Uxía, recuerda el momento en el que los organizadores de la Rapa das Bestas le dijeron: "Non ten preocupes, que ninguén marcha de Sabucedo sen que se lle cumpra o miragre".

"Dou fe de que o miragre se cumpriu cando Ence contactou con nós para ofrecernos os cartos que aínda nos faltaban", indica la progenitora.

Ese primer encuentro fue el punto de partida de una colaboración solidaria que se ha mantenido desde entonces y que le ha dado cierto respiro a la familia de Uxía. El año pasado Ence le donó los 3.000 euros que necesitaba la pequeña para completar los cerca de 20.000 euros que costaba la segunda operación a la que se sometió Uxía en Barcelona.

Hasta que tenga los 18 años la niña tendrá que desplazarse cada seis meses hasta la Ciudad Condal para cambiar la parte de la mano bioeléctrica que encaja con el brazo para ir ajustándola al crecimiento de la extremidad.

"Tivemos que movernos moito para obter os cartos. Foron moitos quebradeiros de cabeza para organizar moitos eventos, xa que con un só non se poden obter os 20.000 euros necesarios para as operacións e para renovar a man bioeléctrica, que cada ano que pasa ten que ser de maior tamaño. Estamos continuamente traballando no deseño de iniciativas para recadar os cartos", explica Nuria. En este sentido, dice que la prioridad de su familia es seguir promoviendo eventos solidarios para recaudar los 20.000 euros que se precisan para cambiar la mano biónica de la pequeña y los electrodos que la hacen funcionar.

"En principio temos o compromiso de Ence de que vai seguir colaborando económicamente con nós. Axudounos cando estabamos moi afogados pero non queremos abusar e estar pedindolle cada dous por tres. Intentaremos seguir recadando cartos efectuando distintas actividades".

"Temos que sacarnoso sombreiro e facerlle una reverencia ao director de Ence, Antonio Casal, e ao seu equipo pola axuda que nos presta. Estoulles moi agradecida porque son encantadores", sentencia Nuria.

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