Grecia y sus acreedores alcanzan un acuerdo para un tercer rescate

Tras una negociación que se prolongó durante casi veinte horas, el proyecto de ley se introducirá próximamente en el Parlamento con el objetivo de someterlo a votación el jueves

Grecia y sus acreedores han alcanzado un acuerdo para el programa de rescate, confirmó el ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, quien, no obstante, reconoció que todavía queda algunos "muy pequeños detalles" que cerrar.

Tras una negociación que se prolongó durante casi veinte horas, las partes lograron cerrar las últimas diferencias y se espera que en las próximas horas el proyecto de ley pueda introducirse en el Parlamento, con el objetivo de someterlo a votación el jueves.

"Tenemos fumata blanca", señalaron fuentes gubernamentales hacia las 08.30 hora local (05.30 GMT), tras una jornada maratoniana de negociaciones que tan solo fue interrumpida por unas horas para que Tsakalotos y el ministro de Economía, Yorgos Stahtakis, informaran al primer ministro, Alexis Tsipras, sobre el curso de las conversaciones.

Al salir de la reunión, Tsakalotos, visiblemente cansado, dijo estar satisfecho pero añadió que todavía quedan por cerrar "uno o dos muy pequeños detalles".

El proyecto de ley, que incluirá tanto el programa de rescate como un primer paquete de medidas previas necesarias para obtener el primer desembolso, entrará este martes mismo en el proceso legislativo con el objetivo de que la votación se celebre el jueves, y un día después el Eurogrupo pueda aprobarlo oficialmente.

Grecia tenía prisa por cerrar el acuerdo para poder obtener el primer desembolso antes del día 20, fecha en la que vencen pagos al Banco Central Europeo por valor de 3.400 millones de euros.

Uno de los puntos que se acordaron en la recta final de las negociaciones, con especial importancia para Grecia, fue el relacionado con los objetivos presupuestarios.

Ambas partes convinieron que Grecia no deberá tomar medidas adicionales para compensar el desvío en los objetivos de superávit primario que se prevén debido al fuerte retroceso económico registrado en los últimos meses.

Para el año en curso, Grecia y las instituciones —Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Mecanismo Europeo de Estabilidad— acordaron que en lugar de un superávit primario de un 1% del producto interior bruto (PIB), tan solo será necesario un déficit primario del 0,5%.

Para 2016 se ha previsto un superávit primario del 0,5%; para 2017, del 1,75%, y finalmente para 2018, del 3,5%, el objetivo que se había fijado inicialmente.

Aunque por ahora no se han conocido los restantes detalles del acuerdo, fuentes del Gobierno señalaron que también se logró un compromiso en cuanto al tratamiento que se darán a los créditos morosos de los bancos —uno de los principales escollos de la negociación— así como el formato jurídico que tomará el nuevo fondo de privatizaciones.

Grecia espera obtener en un primer desembolso 24.000 millones de euros, de los que 10.000 millones se destinarían a la recapitalización de la banca, 7.200 millones a devolver el crédito puente obtenido de los socios de la eurozona en julio y otros 5.000 millones al pago de vencimientos al FMI y al BCE, en agosto y septiembre.

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