«Era necesaria unha renovación (...) reorganizar o noso grupo despois do que pasou [la pérdida de la mayoría absoluta, y con ello, del Ejecutivo Local] para intentar reconquistar o Goberno de Lalín». Con esa idea, el exalcalde de Lalín, actual líder de la oposición y diputado provincial, Xosé Crespo, reunió hace unos días a sus nueve concejales. Según dijo, planteó renuncias voluntarias, si bien reconoció que no aceptó las de todos los que querían dimitir, al menos media docena, entre otros el exedil de Deportes, José Antonio Varela, Pincho, y el exconcejal de Turismo, José Antonio Rodríguez. Crespo les pidió a ambos que continuasen por ser estrictos conocedores de las mencionadas áreas y no encontrar relevo en los siguientes de la candidatura que se presentó a los comicios municipales del 25M.
Las que sí aceptó, y suponen una profunda renovación y una merma considerable en el grupo municipal popular de Lalín, fue las de otros cuatro primeros espadas de su exgobierno; dos históricos, Camilo González Bodaño y Manuel Gómez Estévez, y dos de los que fueron fichajes estrellas en los dos últimos mandatos; la médico y número 2 de la lista, Pilar López Carrón, y la directora de la residencia de ancianos Nosa Señora das Dores y economista, María José Batán, que fueron concejalas de Sanidade y Emprego, respectivamente. De sus renuncias se dará cuenta en el Pleno extraordinario de mañana, fijado para las 10 de la mañana y convocado únicamente para realizar una modificación de crédito que permita al Concello disponer de la pequeña parte económica que le toca aportar para sufragar las obras de reposición del firme de los viales del polígono industrial Lalín 2000.
Estas se efectuarán fundamentalmente con cargo a una subvención de 150.000 euros de la Consellería de Industria. La ayuda la había gestionado el anterior Ejecutivo lalinense, recordó ayer Crespo, que quiso despedir a a sus ya exconcejales públicamente con una foto de familia.
A la convocatoria no pudo asistir el veterano Camilo González, dado que su longeva madre estaba ayer de cumpleaños. La salida de la Corporación de este edil, de 79 años, resulta histórica porque histórica fue su trayectoria. Llevaba 36 años en la Corporación, tantos como tiene el período democrático español tras la Guerra Civil.
Crespo tuvo palabras de agradecimiento para todos ellos y los cuatro, dijo, continuarán colaborando con el PP local. Quiénes les sustituirán aún está por decidir porque de entre los cuatro siguientes de la candidatura habría también alguna renuncia. El exalcalde afirmó que «obviamente un dos que se tiña que ir sería eu, pero neste momento son imprescindible, según o meu grupo, para reflotar o partido en Lalín». Dijo que mantiene la ilusión y que cuando la pierda, entonces, sí se irá. Lo que no dijo Crespo fue que si renunciase perdería su acta de diputado provincial por Deza. Por eso, de facto, no puede dimitir.
TRABAJO DURO. Lo que Crespo va a pedir a los cuatro ediles que estén dispuestos a entrar es «gañas de traballar e que sexan conscientes de que van traballar desde a oposición (...) o que non queira traballar voulle pedir que renuncie porque traballar no Goberno é duro, pero na oposición é moito máis».
El exalcalde quiere distribuir áreas entre concejales como si aún gobernarse. Todo ello con la máxima de «non contan as veces que caias, senón as que te levantes».
