Salcedo se reivindica con una gran fiesta

Multitud de personas participaron en la primera edición de la Festa da Veciñanza Comuneira de la parroquia. La jornada incluyó recreación de oficios antiguos, juegos populares, premios, actividades deportivas y una gran comida
Fiesta de exaltación del monte de los comuneros de Salcedo
photo_camera Fiesta de exaltación del monte de los comuneros de Salcedo

Juegos tradicionales, comida popular, representación de oficios, música, premios... Todos estos elementos y muchos más convirtieron este domingo la parroquia de Salcedo en el escenario de una gran celebración. 

La iniciativa, bautizada como Festa da Veciñanza Comuneira, fue todo un éxito y sentó las bases para hacer de ella una cita a repetir cada año.

La entidad organizadora (la Comunidade de Montes presidida por Fernando Pintos) cumplió así su propósito de que toda la parroquia se sumase a una fiesta que perseguía varios objetivos: poner en valor el orgullo de ser comunero y vecino del rural, conmemorar el trabajo y los logros conseguidos en la recuperación del territorio, recordar la necesidad de seguir defendiendo el patrimonio natural, etnográfico, cultural y arqueológico de la parroquia y, al mismo tiempo, pasar una jornada de ocio y convivencia.

Para ello, la entidad llevó a cabo un amplio programa que comenzó el pasado sábado con la proyección de un documental y una charlacoloquio y que continuó el domingo con numerosas actividades.

A partir de las once, los más jóvenes participaron en una carrera popular dividida en tres categorías por edades: de ocho a diez años, de diez a doce y de doce a catorce. A continuación, el campo de fútbol de O Casal acogió un divertido partido de hombres contra mujeres, en el que todos los participantes dieron lo mejor de sí para marcar en la portería contraria. 

OFICIOS Y JUEGOS. También hubo recreaciones de oficios relacionados con el monte y el campo, como la cantería o la tala de árboles tal y como se hacían hace varias décadas. Mayores y pequeños disfrutaron de juegos tradicionales como el aro, los zancos, la y otros similares, así como de la comida campestre a base de empanada y otros manjares autóctonos, servida bajo una gran carpa.

Además, la organización entregó premios a los ganadores de las distrintas pruebas. Los vencedores de la carrera infantil se llevaron balones de fútbol y aparatos electrónicos, mientras que los galardones para los adultos consistieron en herramientas y útiles para trabajar en las fincas o hacer bricolaje.

Tampoco faltaron los puestos de productos tradicionales y artesanos y la música corrió a cargo de un grupo folclórico, que animó a los presentes interpretando numerosas piezas tradicionales a ritmo de percusión, gaitas y un acordeón.

Comentarios