La plataforma de Raxó por la seguridad en la PO-308 apoya el paso de peatones por el lugar de A Canteira

Ana María Gómez, última fallecida en el vial autonómico, luchó por la causa durante años. Su hija, Azucena Rodas, continúa su labor

La seguridad en la carretera comarcal PO-308 continúa, tras años de lucha, siendo un tema que une a los vecinos del concello de Poio. Desde San Salvador hasta Raxó, este vial vertebra todo el municipio y une las cinco parroquias poienses. Es una de las carreteras más transitadas de la provincia y durante la época estival soporta un alto volumen de tráfico, convirtiéndose, además, en uno de los viales con más tráfico de Galicia. Pueblos turísticos como Combarro, Raxó, Sanxenxo o Portonovo se encuentran en la trayectoria de la PO-308. Los vecinos lo saben, y por eso reclaman que se tomen medidas urgentes.

Al margen de cuestiones políticas, los afectados por las deficiencias existentes exigen actuaciones para las que no se necesitan grandes inversiones. Durante el Pleno del pasado martes, los vecinos de Combarro mostraron su indignación con el alcalde, Luciano Sobral, ante las mejoras que reclaman para el lugar de A Canteira, protagonizaron un tenso cruce de posiciones en el que los afectados le lanzaron un ultimatum. No están dispuestos a esperar otros cinco años más.

La plataforma vecinal de Raxó por la seguridad vial en la PO-308 ‘Todos somos Ana’ ha mostrado su rotundo apoyo a los vecinos afectados de Combarro. En su nombre, la hija de la desaparecida Ana María Gómez, la última víctima mortal de la PO-308, Azucena Rodas Gómez, publicó el pasado miércoles vía Facebook un mensaje de apoyo a la causa del paso de peatones de A Canteira. «Si los de Combarro se van a manifestar, yo estaré ahí la primera, que cuenten con mi apoyo para lo que quieran», aseguró Rodas Gómez a este medio.

Azucena considera que es el momento de que todos los vecinos de Poio se unan para que se actúe ya. «Si hace falta hacer otra movilización, se hace, aunque sea en otro punto de la carretera, en Combarro o donde sea». «Mi madre y yo ya llevábamos tiempo luchando para buscar soluciones».

La vecina de Raxó cree que la unión es la única solución, por lo que considera que la mejor alternativa es la colaboración entre los vecinos de Poio. «Estoy a disposición de los afectados por el paso de peatones, que me llamen para lo que necesiten», manifestó.

Al igual que los vecinos de Combarro, Rodas tampoco confía en las promesas del alcalde, «si le tocara a alguien de su sangre, otro gallo cantaría, las medidas se realizarían inmediatamente», concluyó Azucena emocionada.

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