El alcalde de Lalín, Rafael Cuíña, ha firmado este martes las comunicaciones que recogen el cese de los 49 pedáneos que había en este ayuntamiento, con lo que se abre un proceso para elegir "democráticamente" a los nuevos representantes de las parroquias, el cual podría estar concluido en un plazo máximo de ocho meses, y se llamarán "alcaldes de aldea".
El equipo que dirige Rafael Cuíña, señala un comunicado, está trabajando en el nuevo modelo que se aplicará para la elección de los pedáneos, que cesaron de oficio tras las elecciones municipales y el cambio de gobierno, y el objetivo es que sean escogidos por los ciudadanos "a través de elecciones democráticas y no por designación directa del gobierno local".
A este puesto de representación vecinal, podrá presentarse cualquier persona que quiera y sea mayor de edad, aunque el ayuntamiento quiere darle prioridad a aquellas que nunca antes habían ostentado esa función y los pedáneos pasarán a denominarse "alcaldes o alcaldesas de aldea".
El regidor ha agradecido la ingente labor desarrollada por los pedáneos a favor de sus vecinos en los últimos años y ha apuntado que la entrada del nuevo gobierno de Lalín implica un nuevo modo de hacer y de entender la política.
"Esa es la razón de un cambio en la elección de pedáneos que quiere establecer unas actitudes más acordes con el siglo XXI y alejadas del concepto caciquil que había hasta ahora".
Se trata, ha proseguido Rafael Cuíña, de que "entre aire fresco en el ayuntamiento y de que sean los propios vecinos los que participen de forma abierta y transparente, sin presiones clientelares, en la toma de decisiones que les afecta de forma directa".
