Juan Manuel Rey aún puede ser alcalde con mayoría absoluta, listón que rebasaría, paradojas de la política, si lograse un único voto más. El voto de oro del PSOE de Caldas, podría llamarse. Pero Rey todavía puede ser regidor con mayoría absoluta mediante dos vías. Una, que la Xunta Electoral de Zona (XEZ) acepte la impugnación de dos votos, que eran para el PSOE, y que fueron declarados nulos en la mesa de San Clemente porque en ambos casos, en la parte de abajo (en el espacio en blanco) aparecieron dos cortes limpios de tijera. Rey contactó ayer con la Ejecutiva provincial para acordar una reunión (que podría celebrarse ayer por la noche u hoy) con el objetivo de estudiar si es viable presentar incluso un recurso por estos dos votos anulados, también ante la Xunta Electoral de Zona. Y es que otros con el mismo problema fueron declarados válidos.
Pero la otra vía para alcanzar la mayoría absoluta es la de un pacto de gobierno y Rey lo quiere. Dice que, en esta ocasión, ansía blindar un mandato con mayor estabilidad que el que proporciona la mayoría simple, con la que dirigió Caldas en los últimos ocho años. Y lo quiere, sobre todo, para salvaguardar proyectos e iniciativas que, al margen de siglas partidistas, son de interés general para el municipio ''e polas que non paga a pena discutir, senón que hai que empurrar todos xuntos, na mesma dirección''. Esos asuntos son, entre otros, todo lo relativo al termalismo y el Plan Xeral de Ordenación Municipal. Fueron los dos ejemplos que puso ayer Rey, que inciará la próxima semana (ésta se la va a tomar de relax) con las tres fuerzas políticas de la oposición, incluido el PP. A los populares y a los independientes de ICdeR les popondría, en principio, apoyo para la investidura y pactos puntuales en temas claves. Con el BNG aspira a más. ''Co concelleiro nacionalista vou falar mesmo con máis interese'', el de llegar a un bipartito, aunque la oferta estará abierta a todos.
Curiosamente, consultado al respecto, el único concejal del BNG, Iñaki Fernández, manifestó ayer que ''é cuestión de dialogar, pero hai que valorar moitas cousas''. Entre lo que tiene que analizar la asamblea local del Bloque, que tiene fijada una reunión para el próximo sábado, en la sede de la formación, a las 20 horas, es la importante subida en número de votos que le deparó el 24M. Fue la fuerza que más creció en Caldas hasta casi doblar el número de sufragios.
PRIMEIRO CON PÉREZ. De lo dicho por Fernández ayer se entrevé que el BNG no está muy por la labor de proporcionarle la mayoría absoluta a Juan Manuel Rey. Es más, el alcaldable nacionalista considera que el regidor en funciones debería negociar antes con los independientes de Fernando Pérez, ''que venderon durante toda a campaña que eles ían ser a chave do Goberno. Pois mellor oportunidade non a teñen. Outra cousa son as cuestións persoais...'', apuntó Iñaki Fernández.
¿Y qué dicen los independientes de ICdeR, que hizo historia al duplicar el número de sufragios y obtener dos ediles? Pues, curiosamente, también, y pese a que la relación con Rey no es un camino de rosas, el cabeza de lista de los Independientes, Fernando Pérez, le abre la puerta a los socialistas. ''Estamos abertos ó diálogo'', expresó ayer Pérez. ''O mellor é sentarnos e falar para defender os intereses dos veciños e non mirarse o embego''.
De todos modos, Pérez subrayó que, en general, la oposición de Caldas ha demostrado en muchas ocasiones a Rey que, en los asuntos clave, tiene altura de miras y le da su apoyo. Como ejemplos puso el caso de Clesa o del centro ocupacional de O Saiar. Ahora esos apoyos podrían transformarse en un pacto, como mínimo a dos bandas, para conformar un bipartito que, en principio, dé estabilidad ejecutiva a Caldas.
