Ficha técnica:

3-2. El Celta se despide con un nuevo triunfo

Tuvo que remontar hasta dos veces al Espanyol y sobreponerse a la tempranera expulsión de su portero Sergio Álvarez
Cabral pugna por un balón con el jugador del Español Víctor Álvarez
photo_camera Cabral pugna por un balón con el jugador del Español Víctor Álvarez

El Celta de Vigo despidió la temporada con un triunfo frente al Espanyol (3-2) en un partido en el que tuvo que remontar hasta dos veces y sobreponerse a la tempranera expulsión de su portero Sergio Álvarez.

El argentino Eduardo, Toto, Berizzo salió con su once de gala pese a que el único reto de los suyos era superar la puntuación lograda el curso pasado con Luis Enrique como técnico celeste.

Empezó con fuerza el Celta, pero un inspirado Kiko Casilla sostuvo al Espanyol con dos intervenciones de mérito, especialmente la que le sacó al chileno Orellana en el minuto 13.

Los locales dominaban, daban más sensación de peligro, pero un monumental error de Fontás al cederle el balón a Sergio Álvarez dejó a Sergio García sólo ante el portero local, que únicamente pudo frenar al capitán periquito derribándolo.

El colegiado madrileño Del Cerro Grande no lo dudó. Señaló penalti y expulsión. Y el propio Sergio García engañó con su lanzamiento al debutante Rubén Blanco.

No se derrumbó el equipo vigués pese a verse en inferioridad y por detrás en el marcador, y el argentino Augusto Fernández rozó el empate con un potente disparo desde la frontal, al que respondió de nuevo Casilla con una espectacular estirada.

Con el Celta volcado, el Espanyol dispuso de dos ocasiones para matar el duelo, pero Sergio García y Stuani fallaron en inmejorable posición. Y acto seguido, Hugo Mallo celebró su primer gol en Primera División, después de que Casilla volviese a lucirse ante Orellana.

Volvió a adelantarse en la reanudación el equipo catalán, con una finalización perfecta de Stuani tras una gran asistencia de Sergio García, pero el Celta respondió rápido con un cabezazo de Cabral, justo cuando sus aficionados celebraban el segundo gol del Barcelona, que mandaba al Deportivo a Segunda División.

El Espanyol, que se había quedado sin opciones de alcanzar la séptima plaza por la goleada del Athletic al Villarreal, pareció conformarse con el empate, pues fue el Celta el que más lo intentó, pese a que su afición había enmudecido con el empate del Depor en el Camp Nou.

Ni tan siquiera el gol de Nolito, justo después de que el Espanyol estrellase un remate en el larguero, hizo levantarse a los aficionados celestes de su asiento, hasta que Berizzo decidió retirar a Krohn-Dehli y Balaídos lo despidió con una ensordecedora ovación.

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