Siete fases de ascenso lleva a sus espaldas el delantero Jorge Rodríguez y que va a por la octava. Con 32 años puede presumir de haber pasado por numerosos clubes y ser un hombre importante en el equipo que le vio crecer, el Gimnástica de Torrelavega. Además, el cántabro consiguió ascender en tres de los siete play-off que disputó. Casualmente, en los tres, sus equipos habían finalizado la temporada en primera posición, igual que el Pontevedra CF esta temporada.
Gimnástica de Torrelavega, Oviedo y Rácing de Ferrol son los tres clubes con los que Jorge Rodríguez logró subir de categoría. «Esperemos que siga la racha de cada vez que quedé primero, se consiga el ascenso y con este, otro más para no perder la costumbre», explicó el jugador.
Empezó su lista de ascensos en el Gimnástica de Torrelavega, en la temporada 2005-2006. «Guardo muy buenos recuerdos, pero los ascensos los viví en distintas situaciones. En la Gimnástica lo jugué todo y fui un hombre importante en el play-off», asegura el delantero cántabro.
Después llegó el momento de un histórico, el Real Oviedo. «Lo viví en un segundo plano, pero Oviedo siempre me marcó porque es un sitio de mucho fútbol», comentó. Fue en la temporada 2008-2009, Jorge tenía 26 años y estaba viviendo un momento muy dulce en su carrera deportiva.
El futbolista podría conseguir su cuarto ascenso a Segunda División B y los cuatro con distintos equipos
En ese curso, en el que no contó con demasiados minutos, los doce goles anotados le avalaron para fichar por el Torrellano Illico. sin embargo, el club desapareció por problemas económicos y volvió al Gimnástica de Torrelavega. Estuvo durante dos temporadas en Segunda B, contando con muchos minutos y volviendo a ser un goleador nato.
Se fue al Rayo Cantabria antes de incorporarse a las filas del Rácing de Ferrol, un equipo preparado para subir a Segunda B en la temporada 2012-2013. El equipo arrasó en Tercera, ganó el título liguero con varias jornadas de antelación y fue el año de los ascensos gallegos, ya que también lo lograron el Compostela y el Celta de Vigo B. «En Ferrol lo viví distinto. Ya tenía 30 años y ya ves los ascensos desde otro punto de vista. Aún así, en esos momentos solo desprendes felicidad», comentó.
Jorge sonríe como nadie cuando le recuerdan el número de fases de ascenso que ha disputado, pero es contundente al ser llamado hombre de los play-off del Pontevedra. «No sé los que llevan los demás compañeros, pero, la verdad, sí que ya son muchos y esperemos que aún falte alguno más y que este acabe con buen fin».
Y como no, uno de los jugadores más veteranos de la plantilla, pero sobre todo con más experiencia en fases de ascenso y en Segunda División B, siempre es el más indicado para dar consejos a los novatos en este tipo de partidos. Jorge Rodríguez explica que «creo que hay que estar tranquilos y al final, el fútbol que llevamos dentro sale a flote».
Además, comentó que «en estos partidos siempre se da un plus, porque la motivación es una cosa muy importante en el deporte y creo que es el momento para estar más motivado de la temporada». A esto añadió que «lo principal es estar concentrado y lo más tranquilo posible, porque los nervios no juegan buenas pasadas en estas situaciones».
Y es que motivación no les falta a los jugadores. Lo único que puede haber son nervios por lo mismo que Luisito, por tener que volar, que por el propio partido. Para Jorge Rodríguez la clave para superar la eliminatoria «creo que es estar lo más fuertes posibles fuera de casa, dejar un marcador que no deje nada sentenciado, porque después en casa la afición tiene que responder y sabemos que lo va a hacer. A raíz de ahí creo que en casa hemos sido fuertes todo el año y podemos solventarlo y conseguir el objetivo principal».
El Pontevedra CF está a un paso del ascenso. Más bien a dos, dos partidos en los que se lo jugará todo. El objetivo está cerca y muchos de los futbolsitas del equipo ya saben lo que es jugar este tipo de encuentros. Sobre todo, su entrenador, Luisito, que tiene a sus espaldas un sinfin de play-off y ascensos tanto como técnico como siendo jugador.
