Concellos que esperan a su primera alcaldesa

Exceptuando a Teresa Roig, que fue regidora de Barro durante la inhabilitación de José Antonio Landín, la comarca no tuvo alcaldesas en democracia. Las candidatas de Cotobade, Vilaboa, Soutomaior y Campo Lameiro detallan sus aspiraciones
Lina Garrido, del PSOE de Cotobade; Ornela Fernández, del BNG de Vilaboa; y Verónica Montero, del PSOE de Soutomaior
photo_camera Lina Garrido, del PSOE de Cotobade; Ornela Fernández, del BNG de Vilaboa; y Verónica Montero, del PSOE de Soutomaior

La comarca de Pontevedra, al igual que la capital de la provincia, no han tenido alcaldesa electa en democracia salvo en el caso del Concello de Barro, en donde la número dos del PP y esposa del histórico José Antonio Landín, Teresa Roig, asumió el mando durante seis años por la inhabilitación del cabeza de lista, que volvió a serlo en cuanto se acabó aquel episodio.

Aunque la Ley de Igualdad data de 2007, el número de mujeres que están entrando en política municipal crece lentamente, sobre todo si nos fijamos en las que lideran las agrupaciones. Las candidatas de los concellos pequeños de la comarca de Pontevedra se cuentan con los dedos de una mano. Las aspirantes a la Alcaldía en Cotobade, Campo Lameiro, Barro, Soutomaior, Vilaboa, Ponte Caldelas y A Lama suponen el 22% del total. Ni siquiera hay una por concello, ya que, de 22 candidatos que hay, solo cinco son mujeres. En Vilaboa las candidaturas encabezadas por ellas superan a las lideradas por un hombre. En cuanto a los concellos que carecen de alcaldables femeninas, Ponte Caldelas es uno de los más destacados, pues aún no ha tenido ninguna candidata en todo el periodo democrático.

La que más veces lo ha intentado es Lina Garrido, del PSOE de Cotobade, que se presenta por tercera vez. Ella no aprecia una diferencia significativa en el trato del electorado con respecto a sus contrincantes hombres. «Levo desde os 24 sendo candidata e nunca vivín unha experiencia que non fora de respecto ou igualdade», reconoce, mientras sigue con el puerta a puerta. El PSOE ha decidido hacer de ella un emblema y para repartir el programa, su número dos, Andrés Rodríguez, pregunta a los vecinos: «Na súa casa, quen manda?». Lina explica que «os veciños case sempre responden ‘a miña muller’ e entón dámoslle o programa e explicamos que nós pensamos que unha muller tamén se pode facer cargo moi ben do noso Concello».

Garrido, que es veterana y muy conocida entre muchos de ellos, explica que, «aínda dentro da igualdade na institución e na rúa, teño que recoñecer que se eres muller e nai, precisas moito apoio para poder facelo. Se o que queres é participar, requerirás moita axuda da túa parella. Eu, por sorte, teño iso, e aínda que el é enxeñeiro e tamén lle adica centos de horas ao traballo, compartimos as tarefas e o coidado dos nosos nenos». De todas las candidatas de la comarca, Garrido no es la única que es madre. Aunque, sin duda, sus dos hijos pequeños le exigen más tiempo que los tres mayores de edad de Paz Vidal, del PSOE de Campo Lameiro.

Ella además es un ejemplo como emprendedora, porque hace cinco años decidió autoemplearse como taxista. Paz sostiene que, como taxista y como candidata, ha sido siempre «respectada polos veciños». Lo único que echa de menos es «un pouco máis de consideración do alcalde nos plenos e que faga caso do que pensa o PSOE».

Otra candidata es la del BNG de Vilaboa. Ornela Fernández Salgado, que ha sido teniente de alcalde de un bipartito estos cuatro años, afirma que «cheguei á política nun momento no que xa non é raro que as mulleres esteamos aí. Só me decato un pouco da diferenza na Deputación. Alí, de 27 deputados, só sete somos mulleres. E delas, só unha é alcaldesa: María Ramallo», recalca, «esa, en realidade é unha boa estampa de como está a situación respecto á igualdade». Fernández Salgado cuenta con políticas de mujer en su programa «para facilitar a conciliación e para que as desempregadas de máis idade poidan reivindicarse, aprender e realizarse, xa que son, un sector duramente golpeado pola crise». Ornela es la única que rivaliza con otra mujer por el sillón que custodia Luis Poceiro. Beatriz Rosendo, del PP, también se presenta por segunda vez. «Paréceme que este é un mundo masculinizado de cara ao electorado. Entre os maiores aínda hai algunha reserva. Entre os novos, ningunha. No referente ao partido, no meu caso foi ao revés: propuxéronme os meus compañeiros como candidata», apunta. Bea, a diferencia de su rival, cree que las políticas de discriminación positiva llevadas a extremo «non teñen moito sentido».

La quinta candidata es Verónica Montero, del PSOE de Soutomaior. Se presenta por primera vez y se ha fijado en que «los vecinos me dicen:A ver si tenemos alcaldesa, que ya era hora». Verónica, abogada de 30 años, tampoco se ha topado con el techo de cristal. «Al revés, de momento creo que da gusto ser la única chica y que te apoyen por ello».

Comentarios