«El grito de la canción de Edurne es muy eurovisivo. Es así», dice Julia Varela (Pontevedra, 1981). La periodista sabe de lo que habla: se ha documentado extensamente hasta convertirse en una especie de base de datos humana del Festival de Eurovisión, un evento que retransmitirá, por primera vez, junto a José María Íñigo. Narrará junto a él desde Viena tanto las semifinales de los días 19 y 21 de mayo, como la final del día 23. Actualmente reportera y comentarista en La mañana de Televisión Española (TVE), Varela ha sido redactora y locutora de Radio Exterior y Radio 3.
¿Cómo se enfrenta a la retransmisión del festival? ¿Nerviosa?
Es un reto. Al principio parece una cosa muy grande, con mucha envergadura, un poco abrumadora. Son 40 países con sus canciones y su historia en el festival. Hay que escuchar los temas, conocer a los intérpretes... Pero desde el punto de vista profesional es un reto muy interesante.
Acompañará a José María Íñigo, un tipo con una gran experiencia en el medio.
Lo de José María Íñigo es un lujo y un honor. No solo es un especialista en el festival de Eurovisión sino de la televisión en general. Es una referencia. Voy a poder aprender muchísimo. Y, claro, siempre está ahí ese nervio de estar junto a un grande. Lo bueno de esto va a ser comprobar cómo empastamos. Que yo creo que vamos a encajar muy bien: él, más veterano, más tranquilo, con su forma de narrar impecable, clásica, profunda, y yo, que tengo otro ritmo, que soy un poco hiperactiva, buscando una conexión directa con la gente más joven, aportando datos y anécdotas.
¿Le ha dado algún consejo?
Me ha dado bastantes. Por ejemplo, para alguien como yo, que viene de la radio, está bien que me insista en que no hace falta describir demasiado lo que se está viendo. Ya está la imagen.
"Mariló Montero es una tía muy trabajadora y profesional, que hace cuatro horas diarias de televisión en directo. Es imposible no meter la para alguna vez"
Ahora mismo trabaja en 'La mañana de TVE 1'. ¿Qué tal es el día a día con Mariló Montero? Sus meteduras de pata se han hecho muy famosas.
Mariló es una tía muy trabajadora. Una auténtica profesional. Tiene encima 30 años de televisión y controla muchísimo. Es increíble verla trabajar, cómo tiene en su cabeza todos los contenidos del magacín, cómo se tiene que mover, qué tiene que hacer... El trato con los compañeros es fantástico. Conmigo personalmente se ha portado de maravilla y, si he necesitado que me echase un cable, ha estado ahí. Pero estamos hablando de cuatro horas diarias de televisión. Es imposible no meter la pata en algún momento. Es el riesgo de un directo diario tan largo. Y sí, a veces dice las cosas de forma contundente, como las piensa, y luego las redes sociales se ceban.
Ella dice que no le tiene miedo a las redes sociales. ¿Y usted? ¿Le imponen los eurofans?
Y tanto. ¡Algunos se autodenominan 'talifáns'! Hay que reconocerles el ingenio. Me encantan. Se trata de gente muy joven que domina mucho las redes sociales. Además están hiperespecializados. Te pueden decir la marca del pantalón del representante de Eslovenia. Pero tengo que decir que, desde que anunciaron la retransmisión, la acogida ha sido excepcional: me dan consejos, me animan... Ellos lo que quieren es que quede muy bien España y que los comentaristas sean los mejores. En el fondo son comprensivos y saben que es mucha información la que manejamos y que, por mucho que te prepares, en algún momento puedes titubear.
Estos fans han sido los que han ayudado a resucitar un festival que había perdido fuelle.
Fíjate, es el segundo año que TVE va a emitir las dos semifinales. Es cierto que ha habido una remontada espectacular del festival. Lo dicen los datos de audiencia. En 2012 con Pastora Soler se llegó a un share del 42%: más de diez millones de personas siguiendo la final. El año pasado, Ruth Lorenzo consiguió un 35%. Incluso en 2013, cuando El Sueño de Morfeo consiguió un resultado bastante peor, el share fue de un 33%. Luego sí que hay interés. Después del bajón que hubo durante unos años, creo que ahora vamos bien encaminados. A ver si es verdad. Ver cantar a España en Eurovisión debería ser como ver jugar a la selección de fútbol. Todos volcados. Aunque no te guste el fútbol, da igual. Pues lo mismo.
¿Qué posibilidades le ve a Edurne?
Yo la veo bien. Tiene buena voz y presencia en el escenario. La canción también es buena y está compuesta por Thomas G:son, un tipo muy conocido en el mundo eurovisivo, que compuso Euphoria para Loreen y Quédate conmigo para Pastora Soler. Así que ya contamos con cierto empaque. Falta por ver cómo la presentan sobre el escenario, algo definitivo. De primeras el grito es bastante adictivo y muy eurovisivo. Es así.
¿Usted tiene algún favorito?
Yo tengo mis favoritos, claro. La canción que más me gusta es una que está mencionando mucha gente: la de Suecia. Se titula Heroes y la interpreta Måns Zelmerlöw. Va rodeada de polémica porque la acusan de parecerse mucho a un tema de David Guetta. Luego, este año hay bastantes baladas y bastantes duetos. Entre los dúos me quedo con el de Estonia, Elina Born & Stig Rästa, que va con Goodbye to Yesterday, y entre las baladas con la de Eslovenia, que canta Maraaya, Here for You. Luego tenemos a Italia, que como el año pasado no funcionó con un rap, este año manda a tres chicos muy jóvenes, Il Volo, con un tema italiano típico que se había desechado en su día para el festival de San Remo. Las encuestas los ponen muy bien. Ojo con ellos.
"De nuestro paso por el festival yo me quedo con Sergio Dalma. Vale, era edulcorado, pero qué bien lo hizo"
¿E historicamente cuál es su actuación favorita de Eurovisión?
¿De las nuestras? Yo me quedo con Sergio Dalma. Vale, es edulcorado, pero qué bien lo hizo. Luego otras canciones fantásticas eran el Eres tú, de Mocedades, o Su canción, de Betti Missiego.
