CUT y CIG denuncian presiones a operarios en PSA para que no secunden el paro de este martes

Aseguran que la dirección "coacciona" a los empleados con posibles "represalias". El objetivo es mostrar el rechazo a las "grandes cargas de trabajo" que soporta la plantilla

Los sindicatos CIG y CUT han denunciado coacciones por parte de la dirección de la planta viguesa de PSA Peugeot Citroën para que los trabajadores no secunden la huelga por horas que las dos centrales han convocado para la jornada de este martes.

El secretario de la Federación de Industria de CIG, Xosé Bouzas, ha censurado que haya difundido un comunicado para "coaccionar" a los trabajadores dispuestos a unirse al paro con posibles "represalias" ya que, ha dicho, "entienden que no somos centrales sindicales legitimadas" para hacer efectiva la convocatoria.

El secretario general de la CUT, Manuel Camaño, ha concretado que, al margen de las notas que han hecho llegar a la plantilla, la dirección también ha realizado una encuesta que define como "una amenaza clara para meter miedo" e "insinuar la no legitimidad" de ambos sindicatos.

CIG y CUT convocaron el pasado día 27 una huelga por horas para la jornada de este martes con el objetivo de mostrar su rechazo a "las grandes cargas de trabajo" que soportan los trabajadores y el plan de presentismo, entre otras medidas impuestas por la dirección.

El paro será efectivo de 09.00 a 11.00 horas en el turno de mañana, de 17.00 a 19.00 en el de tarde y de 02.00 a 04.00 en el de noche.

Coincidirá con la visita del presidente de PSA, Carlos Tavares, con motivo de la salida del vehículo 12 millones de la línea de producción de Vigo.

Con esta medida, los sindicatos convocantes pretenden visibilizar la "discriminación" a la que se ven sometidos los trabajadores vigueses con respecto a sus compañeros de otras fábricas de PSA y que "la cúpula de la empresa se suba los salarios", al tiempo que "despiden a trabajadores y aplican recortes".

CUT y CIG aspiran a que Tavares se percate del "descontento generalizado de una plantilla" que ha sufrido tres despidos en lo que va de año.

Ambas centrales sindicales ya han presentado ante la Inspección de Trabajo una reclamación y han adelantado que acudirán a los juzgados para denunciar "la vulneración de un derecho fundamental, avalado por ley".

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