La lectura es algo importante para muchas personas. Una forma de entretenimiento y fuente de información de la que todos disfrutan, desde los más pequeños hasta los más mayores. Títulos como El Principito o Don Quijote de la Mancha siguen colándose cada año en las listas de los más vendidos. ¿Qué tienen libros como estos que los convierten en inmortales? La respuesta es fácil: sus protagonistas.
Cada persona guarda especial cariño a un héroe literario. Puede ser porque se trata de la primera historia que recuerda, porque le ayudó a encontrar su camino en un momento en el que estaba perdido o, simplemente, porque se identifica con él. Las razones pueden llegar a ser infinitas. Es difícil ponerse de acuerdo cuando se trata de gustos por los personajes del universo de las letras.
Puede ser porque se trata de la primera historia que recuerda, porque le ayudó a encontrar su camino en un momento en el que estaba perdido o, simplemente, porque se identifica con él
Con motivo del Día Internacional del Libro, que se celebra el próximo 23 de abril en más de 100 países, escritores gallegos recuerdan a los personajes literarios que ocupan un lugar especial en su memoria.
Héroes de la literatura clásica, como Ulises o El Quijote; protagonistas de libros infantiles y juveniles, entre los que se encuentran nombres tan conocidos como Matilda, Pipi Calzaslargas o Guillermo el Travieso; personajes de la literatura gallega como el caso de Alba, de As flores radioactivas, novela de Agustín Fernández Paz; o grandes personajes de la literatura mundial en general, como Long John Silver de La Isla del Tesoro, Montag de la novela de Ray Bradbury Fahrenheit 541, el protagonista de Tuareg de Alberto Vázquez Figueroa, Simone de Historia do ollo, escrita por Georges Bataille, o Rob Fleming de Alta fidelidad, libro escrito por Nick Hornby, son algunos de los elegidos.
Long John Silver es el escogido por Domingo Villar por ser ''unha sorte de boneca rusa, na que cabe a bondade e a maldade e eses grises intensos que en realidade conforman a personalidade''
Long John Silver es el escogido por Domingo Villar por ser ''unha sorte de boneca rusa, na que cabe a bondade e a maldade e eses grises intensos que en realidade conforman a personalidade'', mientras que historias que recuerdan a la infancia, como las que vivía Guillermo Brown, el travieso, son las que Marta Rivera de la Cruz recuerda con añoranza y cierta envidia por la infancia tan divertida que tenía.
No todos son personajes tan conocidos, como el de Xulio Pardo de Neyra, que decide salirse ''fóra de heroes e heroínas clásicas'' en su decisión y elegir a Simone, protagonista de una novela erótica de Bataille. Y otros sorprenden, ya que Marcos Calveiro se queda con Álvaro Cunqueiro, al considerar que ''non hai outro personaxe de ficción coma el''.
Esta lista de grandes personajes no estaría completa si alguien no mencionase a El Quijote. Y así lo hizo María Xosé Queizán, recordando que de niña ''tiña unha edición escrita en castelán antigo, un resumo cuns fermosos debuxos''.
Todo el mundo tiene, aunque sea en algún lugar olvidado de su memoria, un personaje al que le guarda un cariño especial. Quizás no sepa las razones, pero ahí seguirá hasta que otro, en una lectura que está por venir, lo acabe destronando.
