El comité de empresa de Cespa amenaza con una huelga por ''coacciones a los empleados''

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El personal de la empresa Cespa, adjcataria del servicio de limpieza  en el Concello de Pontevedra y en otros tres términos municipales de la provincia, no está dispuesto a soportar por más tiempo las “coacciones, ameazas e malas prácticas” del gerente, Juan Manuel Gil, y del encargado general de la compañía.

El comité de empresa, arropado por UGT, CIG y CC OO, anunció ayer que tomará medidas de presión si no se produce uno cese de los mentados cargos que ponga freno a la situación en la que se encuentran los trabajadores: “Estamos ante un comportamento reiterado de malas prácticas. Hai ameazas continuas do encargtado e do xerente, hai provocación ós traballadores”, manifestaron los representantes del personal en una rueda de prensa en la que anunciaron que están dispuestos a dar comienzo la una huelga indefinida.


Aseguran que el colectivo se encuentra en una situación insostenible en Pontevedra, Poio, Vilagarcía de Arousa, Nigrán y en los espacios de Puertos del Estado, donde Cespa también se encarga de la limpieza. De hecho, el comité de empresa hizo referencia en su comparecencia a la existencia de una denuncia por la agresión a uno de los empleados. A mayores, los representantes de los trabajadores aseguran tener bajo su custodia documentos audiovisuales que muestran la existencia de un caso de acoso.

El personal de Cespa en los ayuntamientos y en Portos del Estado mantendrá una reunión en los próximos días, cuando puedan coincidir las agendas. En ella abordarán una situación que, según entienden, no tiene salida si el gerente provincial, Juan Manuel Gil, y el encargado general, José Manuel Outeda, continúan nos sus puestos.

En el encuentro apostarán por remitir una misiva a la central  y cerrarán la idea de convocar  una protesta de grandes dimensiones. Si no obtienen los resultados deseados, irán de nuevo a la huelga. La última convocatoria de paro tuvo lugar en el Ayuntamiento de Poio durante el verano. Pontevedra estuvo muy cerca de revivir el problema en el mes de agosto, en este caso por la firma el convenio.

La comparecencia de ayer fue una verdadera lluvia de críticas contra la dirección de la empresa. Los representantes de los trabajadores iniciaron el ataque defendiendo que aún quedan algunos hilos por cerrar del acuerdo conseguido en el mes de agosto, pasando por la situación en la que se encuentran los trabajadores (indican que Cespa llegó a contar con algún detective para desarrollar tareas de vigilancia) y rematando por el uso del material correspondiente a Pontevedra en otras localidades en las que también trabaja la compañía.
“Cespa é unha empresa que non ten futuro en Pontevedra. É un servizo público que debe brillar pola súa eficacia e aquí, en embargo, non se renova o parque de maquinaria. Sería bo que a dirección de empresa, que non fala, fixera un curso de ética para tratar o persoal", manifestaron ayer en la comparecencia los sindicatos y los miembros del comité.

Sobre el uso del material corresponsal al Concello de Pontevedra en otras localidades, los trabajadores consideran que son los representantes del Gobierno local los que deben mediar para poner freno a la situación, puesto que el servicio lo pagan las arcas municipales, “os cartos de todos os cidadáns”.

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