Cerraron los colegios de votación para el proceso participativo convocado para este 9 de noviembre en Cataluña y llegaron las reacciones de los políticos, aun sin esperar a unos resultados que arrojaron una aplastante victoria del doble sí. Las valoraciones, como era previsible, fueron totalmente contrapuestas. Mientras los convocantes consideraron "exitosa” la jornada, los opositores al proceso soberanista la descalificaron con epítetos como "estéril” o "simulacro”. Mientras, el juzgado de guardia de Barcelona abría un nuevo frente judicial, esta vez por el hecho de que la vicepresidenta de la Generalitat compareciera para facilitar los datos de participación de una consulta declarada ilegal por el Tribunal Constitucional.
La gran novedad la dio Artur Mas poco antes de las once de la noche, cuando compareció y anunció que se iban a divulgar los primeros resultados esta misma noche. A diferencia de lo que ocurre con las elecciones 'normales', estaba previsto no darlos a conocer el mismo día, sino dejarlos para el lunes.
LOS DATOS
La Generalitat cifró en 2.250.000 el número de personas que participaron este domingo en el 9N, un 80,72 % de las cuales apoyaron la independencia de Cataluña, una vez recontado el 88,4 % de los puntos de participación de un proceso que pudo celebrarse al rechazar los jueces retirar las urnas. Con el 88,44 de las puntos de participación contabilizados, lo que equivale a 2.043.226 participantes, apoyaron la independencia 1.649.239 personas, el 80,72 % del total.
Asimismo, apoyaron que Cataluña sea un Estado, pero no independiente, 206.599 personas (el 10,11 %), mientras que los que han votado en contra de que Cataluña sea un Estado constituyen el 4,55 % de los participantes, un total de 92.939.
LOS DEL SÍ
El presidente de la Generalitat calificó el proceso participativo de "éxito total" y resaltó que los "más de 2 millones de personas" que votaron dieron "una lección de democracia en mayúsculas" en una cita que ha servido para demostrar que "Cataluña quiere gobernarse ella misma".
Mas compareció ante la prensa a continuación de que, en un canal de televisión, laSexta, Oriol Jonqueras, líder de ERC y una de las cabezas visibles del independentismo, resumía la jornada con un "ha sido un éxito extraordinario, esto es incuestionable”. Horas antes, afirmaba que los resultados de participación "han desbordado las expectativas" que tenían las organizaciones y calificó la jornada de "extraordinaria". Fue, añadió, "una nueva demostración de participación de la ciudadanía catalana, y ya llevamos cuatro en pocos años".
En el mismo lado de la balanza, ICV-EUiA consideró que con la movilización de este domingo el proceso participativo del 9N, que califica de "éxito colectivo", ha "ganado la democracia y ha perdido el autoritarismo" del Gobierno que sale "derrotado". Lo dijeron en rueda de prensa el secretario general de ICV, Josep Vendrell, y el dirigente de EUiA, Joan Mena.
La portavoz de CDC, Mercè Conesa, destacó que el Gobierno central "debe atender al mensaje de una absoluta y radical participación". Conesa, como hicieron todos los promotores del proceso, agradecieron a los voluntarios el trabajo realizado durante todo el día y pusieron en valor que la jornada se haya celebrado con "civismo" y espíritu de "normalidad democrática".
LOS DEL NO
La reacción del Gobierno central la difundió desde Madrid el ministro de Justicia, Rafael Catalá. En una comparecencia sin preguntas, afirmó que el proceso participativo es un "simulacro inútil y estéril" que carece de cualquier tipo de validez democrática y sólo sirvió para "exacerbar" la división entre los catalanes y tensar las relaciones políticas.
En su misma onda, pero desde Barcelona, la plataforma Sociedad Civil Catalana (SCC) calificó el 9N de "gravísima actuación de deslealtad del gobierno de la Generalitat hacia el conjunto de los ciudadanos" y aseguró que la jornada participativa "deja a la sociedad catalana más dividida y confrontada".
Ciutadans (C's) tildó de "fraude a la democracia" la jornada e instó al PP y al PSOE a "que no amparen a Artur Mas y se sumen a la necesidad de convocar elecciones anticipadas" en Cataluña. En un comunicado, el partido de Albert Rivera no reconoce "ninguna validez al acto convocado por el Govern para el 9 de noviembre", ya que ha sido suspendido por el Tribunal Constitucional.
También desde las filas que rechazan el proceso, UPyD anunció que recurrirá este lunes la decisión judicial de no paralizar el proceso participativo con la retirada de urnas al considerar que el juez, aún reconociendo que se han cometido varios delitos, "con tal de no ensuciarse las manos", ha sido capaz de consentir que se cometan hechos ilegales. Así lo dijo el portavoz del partido de UPyD Cataluña, Ramón de Veciana.
LOS DEL MEDIO
Y en el medio de las dos (machadianas) Cataluñas, el líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), Josep Antoni Duran Lleida, afirmó que tras la participación de más de dos millones de catalanes en el 9N, "es la hora de la política hecha desde el diálogo y desde la inteligencia" para evitar "una ruptura irreversible". Así lo dijo a través de varios mensajes en su cuenta de Twitter este político que participó para votar que 'no'.
Algo similar dijo la portavoz del PSC, Esther Niubó, quien reclamó que Gobierno y Generalitat "pongan el contador a cero" y "se sienten a negociar". La dirigente socialista reconoció que el 9N ha sido un "éxito de movilización" que demuestra la "voluntad de cambio" en Cataluña, pese a ser un proceso sin "plenas garantías democráticas".
DOCE DENUNCIAS EN EL JUZGADO DE GUARDIA
Los resultados de participación los fue dando la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, y esto llevó al juez de guardia de Barcelona a abrir diligencias a raíz de la denuncia presentada por la formación Plataforma X Catalunya. La denuncia de PXC, presentada por la tarde en los juzgados, pedía al juez que ordenara a los Mossos d'Esquadra conminar a Ortega a desistir de comparecer para informar de la jornada de participación del 9N y solicitaba que, en caso de que esta se negara a hacerlo, fuera detenida.
El juez de guardia de Barcelona recibió a lo largo de la tarde otras 11 denuncias por el proceso participativo del 9N y, en todos los casos, el instructor ha decidido abrir una investigación que seguirá los trámites habituales. Por tanto, no se tomaron medidas cautelares.
